Motion pictures. Emotion pictures (el viaje en la obra de Wim Wenders)

DAVID OUBIÑA

Wim Wenders

Tatanka

Lugar: Buenos Aires; Año: 1994; p. 23 - 34

En Wim Wenders, filmar y viajar se implican mutuamente. Estructura de desplazamientos, su filmografía es un gran mapa: Alemania, Estados Unidos, Austria, Yugoslavia, Francia, Australia, Japón, Portugal, España, China, Unión Soviética. "Mis historias -dijo- se originan en ciudades, paisajes y carreteras. Un mapa es como un guión para mí". Pasión del cartógrafo: el mapa es el espacio en signos, el espacio como escritura, el espacio comunicándose. En películas como Alicia en las ciudades o En el transcurso del tiempo (sobre todo en esta última, paradigma del cine ambulatorio), el realizador dijo tener un itinerario más que un argumento. En la road movie el film es siempre una terra incognita. Y si Wenders admira La Odisea, es porque descubre en la epopeya de Homero la matriz de todos los relatos del camino. Hay un pequeño Ulises en los personajes de Wenders. "No van a ningún lado; o mejor, no es importante para ellos llegar a ningún lado en particular", dice el cineasta: "Yo también soy así; prefiero viajar a llegar. La mejor manera que he encontrado para hacer films es mantenerme en movimiento: mi imaginación trabaja mejor en esas condiciones. En cuanto permanezco demasiado en un lugar, dejo de pensar en imágenes frescas, ya no soy libre. A menudo la gente se imagina que, al no estar yendo a ningún lado, mis personajes carecen de un lugar adonde ir. En realidad, lo opuesto es cierto: estos personajes tienen la suerte de no tener que ir a algún lado. Yo creo que esto es liberador: poder continuar sin saber hacia dónde".