INVESTIGADORES
VARELA Fabiana Ines Rita
congresos y reuniones científicas
Título:
Itinerarios de la violencia en los relatos de Antonio Di Benedetto en la década de 1950
Autor/es:
VARELA, FABIANA INÉS
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Congreso; V Congreso Interoceánico de Estudios Latinoamericanos; 2014
Institución organizadora:
Instituto de Filosofía Americana y Argentina, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad Nacional de Cuyo
Resumen:
Antonio Di Benedetto, una de las voces más relevantes de la narrativa argentina de la segunda mitad del siglo XX, inicia su escritura en la década de 1950 en un contexto donde la violencia, en diferentes grados y tipos, va constituyéndose paulatinamente en una parte constitutiva de la realidad de su sociedad. Desde la perspectiva literaria, la crítica ha venido señalando la violencia como rasgo identitario de la cultura y de la literatura latinoamericana: la violencia como tema o como imagen imprime un sello característico a nuestras obras literarias más relevantes desde el momento fundacional. En el caso analizado, debemos tener en cuenta que durante la década del 50 en nuestro país, el intelectual, ya profesionalizado, va adquiriendo una postura de lúcida crítica sobre la realidad, fundada en las ideas de compromiso y literatura comprometida que desarrollaba el pensamiento sartreano, ampliamente difundido. Este compromiso era entendido y vivido como denuncia de situaciones sobre las que había que reflexionar a fin de poder intervenir en la realidad para modificarla. Con respecto a los lectores, planteaba también un corrimiento de estos hacia ?zonas de incomodidad? que lo llevaran a reflexionar de modo activo, y motivado por estos textos críticos, sobre su propia realidad. Es en este contexto, donde surge la obra de Antonio Di Benedetto cuyos principales textos se publican durante la década del 50: Mundo animal, de 1953, El pentágono, de 1955; Zama, de 1956; Grot, de 1957 y Declinación y Ángel, de 1958. Se trata, indudablemente, de un escritor muy lúcido y consciente de la violencia generada en su medio, pero no elige una poética del compromiso ?por lo menos en el sentido habitual del término- sino que se interna por caminos menos explorados donde realidad e irrealidad se funden en lo que la crítica ha llamado ?Zona de Contacto? (Boldori, 1969; Corro, 1992), para denunciar una violencia no ya social o política sino como una actitud vital inherente al ser del hombre. Crueldad, agresión, soledad, incomunicación constituyen un campo semántico detectable en sus obras que modulan su propia concepción de la violencia.