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Al abordar desde una perspectiva histórica los estudios en comunicación y su relación con la política, podríamos afirmar que luego de una primera etapa basada en el modelo de la aguja hipodérmica, en la que el acento estaba puesto en lo que los medios hacían con las audiencias; y una segunda mucho más empirista que intentaba refutar en el laboratorio los postulados de la primera; a partir de los años 70, la idea de las influencias de los medios de comunicación de masas sobre los ciudadanos es recuperada. En esta tendencia de "estudio de los efectos" se inscribe la teoría de Agenda Setting. En 1972 Mc Combs y Evatt instauran la definición de Agenda Setting para dar cuenta de la manera en que los medios de comunicación intervenían en la fijación de la agenda pública en contextos electorales. La idea central de la teoría radicaba en que los ciudadanos eran guiados a prestar atención a unos temas en detrimento de otros en relación al tratamiento que los medios masivos hacían de los mismos. Si en un primer nivel se medía y tenía en cuenta la relevancia que los medios les daban a los temas en relación con su frecuencia de aparición; en un segundo nivel, se comenzaría a tener en cuenta a los atributos con que estos temas eran tratados. Es decir, que dentro del estudio del los efectos de los medios, la Teoría de Agenda Setting no solo establecía que los medios eran capaces de decirles a los ciudadanos en qué pensar, sino que además, les otorgaban ciertos marcos conceptuales con los que decodificar una realidad que por definición es siempre recibida de segunda mano. El presente trabajo tiene por objetivo analizar la cobertura mediática del diario Clarín del conflicto en torno a la implementación de la Resolución 125 de retenciones móviles a las exportaciones agrícolas. El mismo, constituye un estudio de caso que se enmarca en la teoría reseñada.

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