Pensar la participación política en la Argentina democrática: legitimidades, moralidades, intereses

GABRIEL VOMMARO

Campinas

Jornada; Jornadas Internacionales "Tensões da democracia"; 2013

Universidad de Campinas

Este trabajo se propone discutir algunas dicotomías dominantes de la política argentina en relación a la participación política que, sugiero, nos impiden pensar el modo en que ésta se desarrolla luego de la crisis de 2001 y con el inicio del ciclo político actual. Se afirma que el modo en que se constituyó lo que podemos llamar un sentido común político en los años de la llamada "transición democrática", los rasgos de ese sentido común, así como la manera en que éste fue reinterpretado y a la vez alimentado por las ciencias sociales argentinas, esta configuración política de significados compartidos, en fin, acentuó una serie de dicotomías y separaciones para pensar la participación política que tendieron a privilegiar un punto de vista individualista y desarraigado socialmente. Esta grilla de lectura de la relación entre la actividad política y la vida social se mostró particularmente adaptada a un proceso de transformaciones sociales profundas (empobrecimiento y desalarización de los sectores populares, por un lado; heterogeneización y fragmentación de los sectores medios, por otro lado) que impactaba fuertemente en el modo en que se constituían grupos políticos, y que fue acompañada de una creciente profesionalización de la política realizada en clave representativa, es cierto, pero mucho menos en clave democrática. En definitiva, la mirada individualista y desarraigada de la relación entre los ciudadanos y la política que desarrollaron las ciencias sociales se asentó en figuras como ?la plaza vacía?, el pasaje ?de la tribuna a la pantalla?, etc., que daban cuenta de una crisis del mundo social que otorgaba consistencia a la participación política de la Argentina peronista (sindicatos fuertes, una clase obrera más homogénea, unos sectores medios más cercanos entre sí, menores desigualdades, un horizonte de mejoramiento social compartido), pero también del modo en que los profesionales de la política habían resuelto la tensión entre democracia y representación en los años ochenta, y que puede resumirse en el llamado del entonces presidente R. Alfonsín a que los manifestantes volvieran a sus hogares en el contexto de las grandes movilizaciones de la Semana Santa de 1987. En el trabajo se recorre brevemente esa nueva tradición política argentina, luego, pensar el modo en que impactó en las ciencias sociales y en que fue traducida y orientada por las producciones que desde ella se hacían; por fin, apuntar algunas notas sobre los desafíos conceptuales que traen las movilizaciones de 2001 y el ciclo político que se abre en 2003 para repensar las dicotomías instaladas en las ciencias sociales y en el sentido común político respecto de la participación política.