INVESTIGADORES
MONTERO Julio Cesar
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Es la concepción estatista de los derechos humanos inconsistente?
Autor/es:
MONTERO, JULIO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; II Congreso de la Asociación Latinoamericana de Filosofía Analítica; 2012
Institución organizadora:
Asociación Latinoamericana de Filosofía Analítica (ALFAN)
Resumen:
En un artículo publicado en el número 43 de Isegoría así como en trabajos posteriores, Cristina Lafont argumenta que debe abandonarse la perspectiva estatista en materia de derechos humanos. Esta perspectiva, que orienta actualmente la práctica de los derechos humanos, sostiene que la responsabilidad de satisfacer los derechos humanos de las personas recae sobre sus estados. Si bien otros agentes, en especial la comunidad internacional, pueden tener obligaciones al respecto, no serían obligaciones de satisfacer los derechos humanos sino de emprender acciones para que los estados lo hagan. De acuerdo con Lafont, la perspectiva estatista introduce una incoherencia estructural en la práctica de los derechos humanos, pues permite que actores no estatales como los organismos internacionales pongan en riesgo los mismos intereses que los derechos humanos aspiran a preservar. Esta incoherencia solamente puede resolverse, según Lafont, reemplazando la perspectiva estatista por una perspectiva alternativa de naturaleza pluralista. Esta perspectiva sostiene que los derechos humanos no son normas orientadas a regular el trato que los gobiernos dan a su población sino a proteger los intereses básicos de las personas de ciertas amenazas estándar a escala mundial. Por consiguiente, cualquier agente, estatal o no estatal, que dañara los intereses básicos de las personas sería un violador de derechos humanos y la comunidad internacional tendría una obligación de protegernos de sus amenazas. En este paper defenderé la perspectiva estatista de las críticas de Lafont. Voy a empezar por reconstruir una versión canónica de estatismo así como el argumento que Lafont presenta contra esta propuesta. Luego voy a intentar mostrar que ninguna de las dos premisas sobre las que se basa el argumento de Lafont se sostiene. Mi conclusión será que si tenemos razones para abandonar la perspectiva estatista no son las que Lafont dice.