El cirujeo y la experiencia del cuerpo

GABRIEL GIANNONE

Recife

Congreso; XXVIII Congreso Asociación Latinoamericana de Sociología; 2011

Asociación Latinoamericana de Sociología

El objetivo de este escrito es poder presentar algunas conclusiones de un trabajo sobre la problemática de la basura que fue llevado a cabo en la ciudad de San Francisco  (Argentina), desde hace algunos años . Intentaremos aportar para el estudio de este tema una mirada sociológica desde la dimensión corporal.La importancia de hacer este trabajo desde una ciudad mediana del interior del país radica en que la gran mayoría de los escritos publicados están elaborados desde grandes urbes, por lo que se modifican totalmente las escalas de relación y la población total de actores intervinientes en el conflicto.Consideramos que la sociología del cuerpo provee importantes herramientas teóricas que nos permiten entender la forma en que se han desarrollado los procesos de estructuración social y la manera en que estos procesos obturan o favorecen determinadas prácticas sociales. En la noción de cuerpo que vamos a trabajar no hay ningún intento de encuentro con una esencialidad, no hay a priori nada irrefutablemente físico, si es que esto se entiende como escindido y antagónico a un hipotético nivel espiritual (forma, alma o mente).Hemos optado por un objeto teórico que se pregunta por la vivencialidad corporal en el trabajo de recuperación de basura. Vamos a trabajar el problema de cómo se experimenta vivir (en) un cuerpo de ciruja desde algunos enfoques conceptuales construidos por Adrián Scribano. A partir de ellos hemos podido observar que los sujetos que se encuentran en el sector más desfavorecido, precarizado, expropiado y explotado; y a la vez el sector económicamente fundamental de un circuito de mercantilización de la basura, son también quienes han sido expulsados de sus empleos como resultado del proceso de reestructuración del capital en las últimas décadas. Éstos sujetos viven las consecuencias de la expropiación de sus energías corporales y sociales en la forma de marcas que detienen las posibilidades de la acción autónoma (enfermedades, problemas físicos), y a la vez han construido una sensibilidad que les hace incorporar y a la vez soportar la sensación de que no existe otra salida.En este sentido, en nuestro análisis de la vivencialidad corporal, nos centraremos especialmente en este escrito en dar cuenta de una de sus líneas demarcatorias: las distribuciones de energías corporales y sociales; debido a que las consideramos un basamento fundamental para comprender la manera en que se pone el juego la corporalidad en los trabajos que quedan a la sombra del desarrollo capitalista.