INVESTIGADORES
TURIENZO Martin Miguel
congresos y reuniones científicas
Título:
LA ESTRUCTURA DE LA FAJA CORRIDA Y PLEGADA DE MALARGÜE EN LA ZONA DEL RÍO DIAMANTE, PROVINCIA DE MENDOZA
Autor/es:
TURIENZO MARTÍN; DIMIERI LUIS
Lugar:
San Luis
Reunión:
Simposio; XIII Reunión de Tectónica; 2006
Institución organizadora:
Comisión de Tectónica de la Asociación Geológica Argentina y Universidad Nacional de San Luis
Resumen:
El relevamiento detallado llevado a cabo en la región cordillerana del río Diamante, aproximadamente entre los 34º 30? y 34º 45? de latitud sur, permitió el reconocimiento de una gran cantidad de estructuras tectónicas desarrolladas durante la orogenia andina. En base a los datos obtenidos en el terreno se confeccionó un mapa geológico de escala 1:50.000 el cual cubre un área aproximada de 1200 km2 (35 km x 34 km). Sobre esta base se realizaron tres secciones estructurales de orientación aproximada este-oeste, una al norte del área, que se extiende desde el río Negro hasta el borde oriental del Cordón del Carrizalito, otra en la zona central, la cual abarca desde el arroyo Tordillo hasta la zona de confluencia del arroyo Las Aucas con el río Diamante, y una sección austral realizada desde las nacientes del arroyo La Manga hasta el sector del cerro Laguna Amarga.             Como es sabido, la faja corrida y plegada de Malargüe se caracteriza por involucrar en su desarrollo tanto a las rocas del basamento como a las de la cubierta sedimentaria. En la zona aquí estudiada el sustrato está representado principalmente por rocas ígneas, mayormente plutónicas, emplazadas durante el ciclo magmático gondwánico (Carbonífero a Pérmico-Triásico) las cuales afloran en el Cordón del Carrizalito, al norte del río Diamante, dentro del ámbito de la Cordillera Frontal. Sobre este zócalo cristalino se depositaron sedimentos mesozoicos durante el desarrollo de la Cuenca Neuquina-sur Mendocina, que presentan una variada litología dada por la alternancia entre ambientes de acumulación marinos y continentales. Materiales terrígenos de edad miocena y pliocena se  disponen en cuencas de antepaís asociadas al levantamiento de los Andes.             Desde un punto de vista regional, la estructura está conformada por el importante ascenso de bloques de basamento en el sector oeste y este de la zona de estudio, entre los cuales queda configurada una zona donde predomina la deformación en la cubierta sedimentaria. En el sector occidental, aunque no afloran las rocas de basamento, la elevación del substrato se pone de manifiesto por la exposición a elevadas cotas topográficas de las unidades sedimentarias jurásicas. El bloque oriental corresponde a la Cordillera Frontal, cuyas exposiciones más australes se encuentran en el valle del río Diamante, la cual es ascendida hacia el este por acción de la falla El Carrizalito. Hacia el sur, coherentemente con la desaparición de este bloque de la Cordillera Frontal, se observa una mayor participación del basamento en el sector oeste donde se infiere la presencia de más de un bloque sobreelevado. Un rasgo destacable es el frecuente desarrollo de sistemas de retrocorrimientos asociados al frente de estos bloques de basamento. La particular geometría de los pliegues asociados a estas estructuras se observa claramente en el sector del arroyo Tordillo y en las Lomas Bayas, donde además se aprecia que las mismas involucran al basamento en la deformación. Estudios geométricos y cinemáticos realizados en los sectores de ascenso del basamento, apoyados con información de líneas sísmicas, permiten interpretar un estilo de deformación caracterizado por el desarrollo de grandes cuñas de basamento, las cuales se insertan en la cubierta sedimentaria a lo largo de horizontes favorables. De esta forma el acortamiento es transmitido mediante corrimientos desde el substrato hacia los niveles superiores, lo cual sugiere una estrecha relación espacial y temporal entre la deformación del basamento y la cubierta sedimentaria. A su vez en la zona de deformación epidérmica, existe un comportamiento diferencial de acuerdo a la distinta composición y variaciones de espesor de los materiales afectados. En el sector occidental de esta zona se observan notables pliegues, algunos muy apretados e incluso volcados hacia el este, cuyo desarrollo fue favorecido por la mayor potencia de las unidades más dúctiles (evaporitas y pelitas). En forma general estas estructuras pueden interpretarse como pliegues generados por propagación de falla, que en algunos casos son transportados hacia el este por ramificaciones de la falla que les da origen a modo de atajo o shortcut, siendo el principal nivel de despegue el yeso de la Formación Auquilco. Hacia el este, tienen lugar una serie de imbricaciones y estructuras duplex que afectan principalmente a los horizontes carbonáticos, propios de las  facies de borde de cuenca del Grupo Mendoza y la Formación Huitrín. Más al sur, estas imbricaciones también afectan a los niveles del Grupo Malargüe, los cuales son montados sobre los depósitos terciarios mediante los corrimientos Mesón y Sosneado.