INVESTIGADORES
TURIENZO Martin Miguel
congresos y reuniones científicas
Título:
Configuración estructural del frente de deformación de la faja plegada y corrida del Agrio (37º40's), Cuenca Neuquina
Autor/es:
TURIENZO MARTÍN; SÁNCHEZ NATALIA; LEBINSON FERNANDO; DIMIERI LUIS
Lugar:
Puerto Madryn
Reunión:
Congreso; XXI Congreso Geológico Argentino; 2022
Resumen:
La faja plegada y corrida del Agrio se extiende con rumbo NS entre las localidades de Zapala y Chos Malal, en el sector centro-oeste de la provincia del Neuquén (Fig. 1A). En esta región se hallan expuestas principalmente las sucesiones sedimentarias jurásicas y cretácicas que rellenaron la Cuenca Neuquina, deformadas compresivamente a partir del Cretácico Tardío durante la orogenia Andina (Ramos y Folguera 2005). Presenta una zona interna (occidental), dominada por estructuras de gran escala que involucran al basamento, y una zona externa (oriental) con deformación predominantemente de piel fina y participación subordinada del basamento (Zamora Valcarce et al. 2011). En el segmento norte de esta faja se han realizado secciones regionales en algunas de las cuales las estructuras de piel gruesa (de primer orden) son interpretadas como fallas normales invertidas (Zamora Valcarce et al. 2011, Rojas Vera et al. 2015), mientras que en otras se las consideran elevadas y desplazadas por corrimientos formados durante la compresión andina (Aramendia et al. 2019, Lebinson et al. 2020). El área de estudio se ubica en la zona externa de la faja plegada y corrida del Agrio, entre los 37º30´ y 37º45´ de latitud sur, limitada al oeste por la ruta nacional 40 y al este por el sinclinal Cerro Villegas (Fig. 1B). En esta región existen pocos estudios estructurales de detalle, incluyendo algunos informes inéditos para empresas de hidrocarburos (Cristallini y Allmendinger 2000). En este trabajo se estudió la configuración estructural del frente de deformación andino, a partir del relevamiento y descripción de las estructuras aflorantes, la interpretación de líneas sísmicas y la construcción de dos secciones estructurales balanceadas. En ambas secciones se pudo inferir la participación del basamento en la deformación, dando lugar a estructuras de primer orden, el cual se encuentra elevado ~2.3 km respecto a su posición en la zona frontal mediante el sistema de corrimientos Las Yeseras (Fig. 1B). Algunas de estas fallas se insertan en la Formación Auquilco y producen deformación en el Grupo Mendoza mientras que una ramificación hacia la superficie alcanza los niveles de la Formación Huitrín y forma una zona triangular somera. La deformación en superficie se caracteriza por estructuras de piel fina de diversas escalas. Gran parte de la zona mapeada está formada por pliegues con longitud de onda de ~4-5 km, con despegue basal en las evaporitas de la Formación Auquilco, que conforman estructuras de segundo orden involucrando al Grupo Mendoza (Fig. 1B). Algunos de estos pliegues, como los anticlinales Veta Neuquén y San Eduardo, tienen vergencia al oeste y un rumbo N-S típico de las fajas plegadas andinas. Por otro lado, los anticlinales Maitenes y Las Viseras tienen rumbo NNO y vergencias opuestas. Ambos anticlinales son cortados y transportados por corrimientos en su limbo frontal, que los cabalgan sobre estructuras adyacentes.La particular disposición de estos anticlinales se asocia a la posible existencia en el basamentode hemigrábenes heredados de la etapa de rift, formados por fallas normales de rumbo NNO y buzantes en sentidos opuestos, separadas por una zona de transferencia de orientación ONO (Fig. 1B). En nuestra interpretación estas fallas normales podrían estar levemente invertidas, perturbando las propiedades de la suprayacente Formación Auquilco y de este modo controlando la localización, rumbo y vergencia de los corrimientos en la cubierta sedimentaria. Mediante la restitución de las secciones estructurales se determinó un acortamiento de ~6 km (20%) para la cubierta y 4.7 km (16%) para el basamento. Esta diferencia indica que parte del desplazamiento necesario para generar las estructuras de segundo orden en los perfiles estudiados provendría de estructuras de piel gruesa existentes en la zona interna. Dos anticlinales apretados, con longitud de onda de ~2.5 km, se interpretan como pliegues de tercer orden cuyo despegue basal se ubicaen las pelitas del Miembro Pilmatué (Formación Agrio). El más destacado de estos pliegues es el anticlinal Río Neuquén (Fig. 1B), en el cual se relevaron numerosos corrimientos menores que repiten algunos bancos competentes localizados en los limbos y en la zona de charnela. Estos corrimientos se interpretaron como fallas de acomodación del plegamiento, donde la fuerte anisotropía creada por los contrastes litológicos dentro de las Formaciones Agrio y Huitrín favorece la deformación mediante deslizamiento flexural (Turienzo et al. este congreso). En el sector oriental del área de estudio, al sur del sinclinal Cerro Villegas, se relevó un sistema extensional conformado principalmente por tres fallas normales, de rumbo NE-SO y buzantesal NO (Fig. 1B). La información sísmica permitió reconocer que poseen geometría lístrica, uniéndose a un nivel de despegue en las evaporitas de la Formación Huitrín. Estas fallas directas generan desplazamientos verticales de ~1 km en las secuencias del Cretácico Tardío-Oligoceno y a su vez están plegadas y basculadas hacia el este por las estructuras compresivas de piel gruesa en el frente de deformación. Se infiere que este sistema extensional podría haberse formado mediante un mecanismo de deslizamiento gravitacional inducido por el incremento en la pendiente regional, vinculado al levantamiento del Dorso de los Chihuidos (Turienzo et al. 2021).