RADIMETRÍA, PALEOMAGNETISMO Y OTROS REGISTROS DE HOMINIDOS “COMPARABLES” CON LOS HALLADOS EN EL CARACOLERO DE CLAROMECÓ PROVINCIA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA

AZCUY, C.; ACEVEDO, D.; AMENABAR, C.; BABOT, J.; CODIGNOTTO, J.; CONCHEYRO, C.; CZERWONOGRORA, A.; FARIÑA, R.; KRAPOVICKAS, V.; PANARELLO, H.O.; VIZAN, H.

Neuquén

Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011

Asociación Geológica Argentina

Los datos presentados en este resumen en relación con el hallazgo de pisadas humanas cerca de Claromecó son todavía preliminares y no son suficientes para discutir el poblamiento temprano de América del Sur. Tres edades radimétricas fueron obtenidas cercanas a los 30.000 años antes del presente, y estudios de paleomagnetismo ha dado resultados coherentes con esas edades isotópicas.Radimetría. En conchillas de gastrópodos marinos (Tegula patagonica d´Orvigny) de la sección estratigráfica del Faro (Azcuy et al., 2010 a, este Simposio), se realizaron dos dataciones de 14C que dieron 29.2 ± 2.0 ka y 28.9 ± 2.0 ka años antes del presente. Una nueva datación por AMS (accelerator mass spectrometry) realizada sobre la hidroxiapatita extraída del hueso de Megahterium sp. (Azcuy et al., 2010 b, este Simposio), coleccionado en el Caracolero (a unos 12 km al O del Acantilado del Faro) pero a la misma cota que la sección muestreada para paleomagnetismo arrojó 29.7 ± 0.25 ka AP. La elección de este material, usado poco frecuentemente para la realización de fechados, se debió a la ausencia de gelatina ósea (”colágeno”) en la pieza de muestreo.  En el Acantilado del Faro se tomaron diecisiete muestras para estudiospaleomagnéticos en el depósito limo-arcilloso rojizo de la Unidad 3,  que aflora por debajo de la calcreta y que se refiere al “Pampeano” (Ameghino, 1880-1881). Luego de varias etapas de desmagnetización térmica se observó que las muestras registraban una polaridad oblicua reversa (Fig. 2), posiblemente relacionada con una excursión del campo magnético terrestre durante el Cuaternario (Vizán y Azcuy, 2010). Tres muestras tomadas de la calcreta (Unidad 4), inmediatamente debajo de la discontinuidad estratigráfica que la separa de la Unidad 5, registraron también direcciones similares entre si pero diferentes de las que corresponden al campo geomagnético actual. Es decir que en la calcreta también se reconocieron direcciones que podrían corresponder a una excursión del campo geomagnético arriba mencionado. Finalmente, diez muestras tomadas en los limos arenosos de la Unidad 8 sólo mostraron polaridad normal lo cual confirma su menor antigüedad. Los datos radimétricos junto con los paleomagnéticos indicarían una excursión geomagnética aproximadamente a los 30.000 años (¿Excursión Mono Lake?). Antigüedad de las huellas humanas de Claromecó y otros hallazgos de presencia humana en América. La antigüedad del poblamiento de América es motivo de discusión, desde que en América del Norte fueron hallados objetos líticos con evidencias de haber sido trabajados por humanos (puntas de proyectil Folson). Posteriormente, numerosos sitios un poco más antiguos que Folson fueron denominados Complejo Clovis con edades 14C que oscilan entre 11.500 y 10.900 AP. Otro hallazgo de huellas humanas y de animales provienen del Lago Valsequillo ubicado al Sur de Puebla, México; la datación fue realizada por OSL terrmoluminiscencia) sobre sedimentos y brindó 40.000 años AP  La cueva Pedra Furada, ubicada al SE de Piauí, Brasil arrojó dataciones entre 41.300 y 47.200 años AP.  En Uruguay, en el Arroyo Vizcaíno, una clavícula y una costilla de Lestodon con evidencias de interacción humanos-megafauna datados por 14C dieron edades entre 28.000 y 29.000 años AP.  En Chile, al E de Puerto Montt, en el sitio conocido como Monte Verde II, herramientas y huellas humanas fueron datadas por 14C con una antigüedad entre 14.220 y 13.980 años AP y otra de 33.000 años AP.  En Argentina, las huellas humanas datadas por  14C realizadas sobre conchillas dieron 29.200 ± 2.000 años y 28.900 ± 2.000 años AP y otra sobre hueso de Megatherium sp. por AMS arrojó 29.700 ± 250 AP. Toda la información obtenida hasta ahora genera una nueva pregunta: ¿los humanos habitaban estas playas hace alrededor de 30.000 años atrás.