INVESTIGADORES
GOLOVANEVSKY Laura Andrea
congresos y reuniones científicas
Título:
Mercados de trabajo urbanos en contexto de pandemia. Algunas interpretaciones en torno al impacto del COVID-19 en Jujuy a partir de indicadores laborales
Autor/es:
MARIANA BERNASCONI; LAURA GOLOVANEVSKY; MARÍA AGUSTINA ROMERO
Lugar:
Resistencia
Reunión:
Jornada; VI Jornadas Nacionales sobre Estudios Regionales y Mercado de Trabajo; 2022
Institución organizadora:
Facultad de Cs Económicas UNNE y Red SIMEL
Resumen:
Después de que la Organización Mundial de la Salud declarara al nuevo coronavirus como una pandemia, los gobiernos de todos los países aplicaron medidas preventivas de confinamiento con el objetivo de contener su propagación, proteger la salud pública y la vida de los ciudadanos al interior de sus fronteras. Durante las etapas de mayor severidad del aislamiento se restringió la circulación de la población y la asistencia a los lugares de trabajo, salvo para las actividades declaradas como esenciales, lo que ocasionó grandes pérdidas económicas y transformaciones en el mercado de trabajo. El estallido de la pandemia en Argentina tuvo lugar en un escenario de desigualdades observables tanto en el arreglo productivo como en el mercado de trabajo desde hace ya varias décadas, agravado por la crisis reciente que el país atraviesa. El panorama laboral en los años previos a la aparición del COVID-19 se caracterizaba por marcados problemas estructurales, generadores de precariedad laboral y exclusión, a saber: elevadas tasas de asalariados no registrados, alto índice de subempleo entre cuentapropistas, bajo nivel de retribuciones en un segmento importante de los ocupados, entre otros (Donza et al., 2022). Ante la previsibilidad de los efectos que el aislamiento ocasionaría, en Argentina se implementó una batería de políticas de protección e incentivos dirigidas a una amplia gama de sectores productivos y sociales que, según algunas fuentes, significó un 5,6% del PIB de 2020 (Donza, 2022). También los gobiernos provinciales y municipales lanzaron medidas específicas para sus territorios, con distintos alcances.Es cuantiosa la literatura que explora el impacto del COVID-19 sobre diversas dimensiones sociales, pero el foco se ha puesto por lo general en lo acontecido en países o en contextos supranacionales. El recorte de antecedentes que estudian los efectos de la crisis sanitaria sobre el empleo y la actividad marca que, si bien la crisis fue generalizada, no afectó a todas las actividades ni trabajadores por igual, mientras que la recuperación ha sido muchas veces insuficiente y segmentada. Se evidencia una mayor afectación en mujeres, jóvenes, pequeñas y medianas empresas, y en los trabajadores de menores calificaciones (Weller 2020; Jacovkis et al., 2021; Maurizio, 2021; Donza et al., 2022).En este marco nos preguntamos cuáles fueron los efectos sobre el empleo asociados a la pandemia en Jujuy, Argentina. Proponemos detenernos en lo acontecido en esta provincia durante los años 2020 y 2021 de manera comparativa con los planos regional y nacional, en un ejercicio de resaltar matices y particularidades subnacionales que permitan entender el heterogéneo impacto de la pandemia en los territorios y los diferentes desafíos imperantes para superar los efectos de la crisis. Apuntamos a marcar, entonces, algunas diferencias en los resultados exhibidos en los distintos planos geográficos, considerando los contextos particulares, la trayectoria previa y las respuestas que los Estados brindaron ante la pandemia. Utilizamos para ello técnicas de revisión de documentos y análisis estadísticos de fuentes secundarias. Además del registro bibliográfico del que nos valdremos para el ejercicio de comparación espacial, las fuentes y documentos consultados son los provistos por cámaras empresariales –como el Observatorio Pyme y la Unión Industrial Argentina, UIA- y por organismos oficiales, como el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. El análisis estadístico se asienta sobre las series de Producto Bruto Geográfico (PBG) de la Dirección Provincial de Estadísticas y Censos de Jujuy (DiPEC), el estimador mensual de actividad económica (EMAE) y la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, el Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEyDE) y la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo de la Nación, en todos los casos referidos al período 2020 y 2021 en contraste con el año 2019.Como punto de partida debe considerarse que el impacto de la crisis sanitaria en la economía provincial fue menor que el del promedio nacional y que el sector de la construcción y el minero fueron los que sufrieron mayores pérdidas, mientras que a nivel nacional el estimador de actividad económica muestra que la mayor afectación interanual en 2020 se dio en el ramo de hoteles y restaurantes; los servicios comunitarios, sociales y personales tras mantener por más tiempo restricciones al tratarse de un rubro que requieren de la presencia de aglomeraciones de personas tales como las actividades recreativas, culturales y deportivas, o contactos estrechos, como las estéticas; y el sector de la construcción. En cambio, en Jujuy, algunos rubros como la salud y la actividad financiera resultaron favorecidos en este contexto. Planteamos que la retracción económica menos acentuada y el diferente impacto sectorial en la provincia que lo evidenciado para el total del país se vincula con la temporalidad que asumieron las restricciones en Jujuy, las cuales se fueron flexibilizando entre abril y mayo de 2020. En primer lugar, se permitieron las actividades deportivas al aire libre, para luego habilitar actividades vinculadas a la construcción y al servicio doméstico, y también permitir operar al sector turístico para residentes locales, a todo el sector comercial, al gastronómico con consumo en el lugar y respetando aforos, a las actividades culturales y religiosas, y la venta ambulante. Para noviembre de ese año se había eliminado inclusive toda restricción a la circulación. Pero también debe considerarse el desacople que la actividad económica local presenta con respecto a la trayectoria nacional desde hace ya algunas décadas (Rutledge, 1987; Stumpo, 1992; Golovanevsky, 2001; Lagos, 2009), lo que le permite incluso crecer en momentos de intensas crisis a nivel nacional, como fue en el caso de la crisis de 2008-2009 (Bernasconi, 2021). Entonces, sugerimos que en el análisis del impacto sectorial debe considerarse la temporalidad de las aperturas/restricciones que rigieron sobre las actividades en los diferentes territorios, sus conexiones con demandas internas y externas, así como las trayectorias previas.La reducción del nivel de actividad económica naturalmente impactó sobre el empleo provincial, aunque con un efecto amplificado, ya que la ocupación cayó 6,8% en 2020 lo que da cuenta de una elasticidad empleo-producto elevada (1,7), superior incluso a la exhibida por América Latina (1,5, según lo expuesto por Maurizio, 2021). En la comparación interanual entre trimestres vemos que en Jujuy la ocupación cayó un 15% entre abril y junio de 2020, al pasar de 43,7 en el segundo trimestre de 2019 a 37,1. A partir de allí el nivel de ocupación comenzó a recuperarse lentamente para alcanzar, e incluso superar, los niveles pre pandemia ya desde principios de 2021, a pesar de la explosión de contagios imperante. En el arreglo nacional, la recuperación ha sido más lenta y en algunos casos insuficiente, especialmente en lo que respecta al conjunto de la región NOA.La tasa provincial de desocupación en lugar de aumentar desde el trimestre más crítico, disminuyó progresivamente a lo largo de 2020, lo que redundó en una caída más marcada de la tasa de participación en el mercado de trabajo (medida por la tasa de actividad). En Jujuy la desocupación pasó de un 8% en el primer trimestre de 2020 a un 7% en el segundo, para llegar a un 4% al finalizar el año, trayectoria similar a la exhibida también en 2021; en términos interanuales solo el tercer trimestre de 2020 mostró un incremento al pasar de 4,8 a 5,1, valores aun bajos en comparación con la mayoría de los aglomerados. Para 2020, la tasa de participación media de la población jujeña en el mercado de trabajo (ocupados más desocupados) era de 42,4%, cuando en 2019 midió 46,2%. Para 2021 este indicador prácticamente se había recuperado, al ubicarse en 46,1%. En cambio, la desocupación media de los aglomerados urbanos del país creció 2,5 puntos porcentuales entre el segundo trimestre de 2019 y 2020, alcanzando un 13,1% en este segundo punto, mientras que la tasa de participación laboral descendió 9,3 puntos porcentuales. Como la literatura sobre el tema ha marcado, la drástica contracción en el volumen de empleo durante el segundo trimestre de 2020 generó tránsitos hacia la desocupación, pero mayoritariamente se registraron fuertes salidas de la fuerza de trabajo como consecuencia del ASPO, así como también producto de las expectativas desfavorables sobre las posibilidades de encontrar empleo en ese contexto (Maurizio, 2021). De esta forma, algunas de las personas desocupadas dejaron de ser contadas como desempleadas tras percibir que no habría vacantes disponibles, por lo que directamente salieron del cálculo de la PEA. Para el caso de Argentina, tomando el total de aglomerados urbanos relevados por la EPH, se observa un incremento muy marcado de la cantidad de personas inactivas vinculadas a las expectativas que la pandemia generó durante el segundo trimestre de 2020 (pasaron de 530 a 910 mil), resultando todavía más notorio el ascenso en el NOA (de 46 a 93 mil personas). Hacia la segunda parte de 2020 se hace evidente la reducción de los inactivos marginales hasta alcanzar niveles similares a la pre pandemia, a la par del incremento en la participación en el mercado de trabajo que ya hemos comentado.El balance del impacto de la pandemia sobre el mercado de trabajo es todavía más negativo si se tiene en cuenta la variación en la cantidad de horas trabajadas durante los meses de mayor crisis. Al igual que lo observado en algunos países de la región latinoamericana y para el total del país, en Jujuy la disminución de la cantidad total de horas trabajadas durante el segundo trimestre de 2020 fue más intensa que la contracción en la ocupación.El promedio de horas trabajadas en la ocupación principal en el aglomerado capital se redujo en un 32% en el segundo trimestre de 2020 en comparación al valor medio de idéntico período de 2019, es decir, más del doble de la caída de la ocupación. Las mediciones para la región del NOA arrojan valores incluso un poco más altos ya que la ocupación había decrecido un 18,7% interanualmente en el segundo trimestre de 2020, mientras que la cantidad de horas efectivamente trabajadas cayó un 33,6%, pero no alcanzan al promedio nacional, cuya reducción llegó alrededor del 40%. Para la segunda mitad de 2020 la cantidad de horas trabajadas se fue recuperando de manera más acelerada que el empleo, aunque en la comparación interanual recién el cuarto trimestre mostró un incremento en relación a 2019, a diferencia de la ocupación que continuó evidenciando una caída durante todo 2020. A partir de entonces las fluctuaciones fueron menos marcadas, alcanzando el promedio de horas trabajadas de 2021 a las registradas para 2019.En cuanto a la segmentación de los efectos sobre el empleo en Jujuy en base a la EPH podemos decir, en primer lugar, que las ramas más afectadas si se compara con idénticos períodos del año previo fueron aquellas vinculadas al arte, el entretenimiento y la recreación, especialmente durante el segundo y tercer trimestre de 2020; el sector turístico y el servicio doméstico, aunque en estos dos casos con mayores pérdidas de puestos de trabajo durante el cuarto trimestre de ese año y el primero de 2021. Segundo, según datos del OEyDE se aprecia una considerable afectación sobre el empleo asalariado privado, especialmente durante el tercer trimestre de 2020. Durante el año más crudo de la pandemia en la provincia se destruyeron 3.245 puestos de trabajo registrados, equivalente a una variación anual del 5% del empleo privado formal total, que se sumaron a los más de mil empleos perdidos en 2019. En 2021 la recuperación fue insuficiente: solo se crearon 729 puestos de trabajo. En términos relativos, las mayores reducciones en el bienio de la pandemia se dieron en ramas como el alquiler de maquinarias, agencias de empleo temporario, servicios no contemplados en otras categorías, agricultura y ganadería, servicios vinculados al transporte y almacenamiento, y silvicultura. Resalta, a la inversa, la expansión de algunos rubros vinculados a las actividades tradicionales de la provincia y a aquellas dinámicas que la pandemia aceleró, como la fabricación de productos de metal, actividades informáticas, el comercio por mayor, las telecomunicaciones, la salud, la fabricación de alimentos, entre otros.En tercer lugar, es destacable la pérdida de participación del empleo asalariado sobre el empleo total, particularmente en el penúltimo trimestre de 2020, en base a datos de la EPH. Esta reducción parece haber sido compensada por el lado del cuentapropismo, pero ello no significa necesariamente que la cantidad de personas trabajando por cuenta propia en Jujuy se haya expandido durante la pandemia sino que en un análisis interanual podría estar reflejando la salida del mercado de trabajo de los asalariados, especialmente de aquellos contratados por el Estado. Resulta que el sector público en la provincia no apareció como un refugio para el empleo ante el momento más severo de la crisis, como en otras ocasiones y como sí se demuestra a nivel nacional. Pero a partir de entonces el Estado en la provincia empezó a ocupar una mayor cantidad de trabajadores, creciendo el empleo público en importancia relativa desde el segundo trimestre de 2021 (promedio de 32,5% sobre el empleo total), probablemente más relacionado con las funciones ejercidas por el sector durante la pandemia antes que como un mecanismo compensador. Resulta alarmante en ese mismo período la caída del empleo privado.Es posible advertir también en Jujuy una caída más marcada en el trabajo en relación de dependencia formal (con aportes jubilatorios) que en el informal, con particular intensidad en el cuarto trimestre de 2020, aunque ambos han sido afectados por la pandemia. Resaltan igualmente las enormes bajas en el personal de casas particulares, cuyos niveles de empleo cayeron casi a la mitad de aquellos demostrados en épocas de normalidad. Para 2021 los valores de actividad del sector aún no habían sido remediados a nivel local.Se verifica una contracción del empleo más marcada para las mujeres que para los varones en Jujuy durante los últimos tres trimestres de 2020 en comparación a igual período del año previo (-39,5 acumulado para ellas frente al -20,7 para ellos) así como una escalada en la desocupación femenina del 48% promedio entre el segundo y tercer trimestre de ese año, cuando la masculina se redujo a la mitad. En base a esto afirmamos que fueron los varones quienes en mayor medida se retiraron del mercado de trabajo durante los meses más críticos, a diferencia que lo demostrado por Maurizio (2021) para América Latina, aunque en Jujuy las mujeres también perdieron participación. La brecha con respecto a la tasa de actividad masculina continuó rondando en torno a los siete puntos porcentuales. El impacto más intenso en las mujeres de la provincia se asocia a la mayor presencia femenina en sectores económicos fuertemente afectados por la crisis como, por ejemplo, las actividades de alojamiento y comidas, la enseñanza, en otras actividades de servicios y en el sector de hogares, que en muchos casos coinciden con un mayor nivel de precarización laboral.Finalmente, en el caso de los trabajadores jóvenes (de 15 a 24 años inclusive) la tasa de empleo se redujo durante la pandemia, pero en mucha menor medida que en el conjunto del país o en el NOA, siendo más afectadas las mujeres jóvenes que los varones de ese grupo. Si bien los datos del aglomerado San Salvador de Jujuy-Palpalá deben analizarse con cautela por sus altos coeficientes de variación, resulta notable que la desocupación de las mujeres jóvenes fue ostensiblemente mayor que la de los varones para el 2do trimestre de 2020, momento más álgido de los cierres, contrariando lo ocurrido para el conjunto de aglomerados del NOA y magnificando lo ocurrido para el conjunto del país. Como si los varones jóvenes se hubiesen retirado de la búsqueda de empleo en mucho mayor medida que las mujeres de ese mismo grupo. Los jóvenes en general tienen otro pico de desocupación en Jujuy en el primer trimestre de 2021, más acentuado entre las mujeres. Es decir, entre los jóvenes, las brechas de género parecen haber actuado también durante la pandemia en perjuicio de las mujeres.En síntesis, los resultados muestran que la estructura del empleo sufrió alteraciones, pero la recuperación económica permitió su recomposición a niveles previos. Entre otros hallazgos destaca que crecieron los trabajadores desalentados que momentáneamente se retiraron del mercado de trabajo y las mujeres, especialmente las jóvenes, enfrentaron mayores niveles de desempleo. También se encontró una reducción del empleo asalariado formal en el sector privado, mientras que el sector público y el cuentapropismo no actuaron como refugio, a diferencia de otras crisis.Más allá de las miradas sobre el nivel de actividad y el empleo no deben soslayarse reflexiones más globales y orientadas a profundizar en las raíces de lo acontecido, así como en caminos posibles. En este sentido, recuperamos a Svampa (2020), quien ya a inicios de la pandemia alentaba a pensar en esta sociedad de cara al futuro, las posibles salidas a la crisis y el Estado que resultaría necesario para estos menesteres. Considerando que el mundo se encuentra al borde del colapso sistémico, Svampa advierte que la pandemia no ha hecho más que poner de manifiesto las desigualdades y la concentración de la riqueza, a nivel planetario en general, pero particularmente en América Latina. Además de asumir las causas ambientales de lo acontecido, vinculadas a la destrucción de la naturaleza y los ecosistemas, deben ponerse en cuestionamiento las bases mismas de una sociedad marcada por el interés individual. Esto implica, entre otras cosas, valorizar el cuidado (en términos amplios, incluyendo la naturaleza y por ende las relaciones entre lo humano y lo no humano), poniendo el énfasis en la interdependencia, reciprocidad y complementariedad, esenciales para la supervivencia como humanidad (Svampa, 2020).Sostenemos que la salida de la crisis dependerá, al menos en parte, de las políticas que se pongan en marcha, por lo que contar con conocimientos sobre el punto de partida es fundamental para diseñar políticas públicas eficientes. Esperamos haber aportado en este sentido.