INVESTIGADORES
ACHA Jose Omar
congresos y reuniones científicas
Título:
La formación del gremio bancario como actor en la conflictividad social. Reflexiones a partir de un ciclo de luchas (1945-1962)
Autor/es:
OMAR ACHA
Lugar:
Mar del Plata
Reunión:
Congreso; Jornadas Internacionales de Problemas Latinoamericanos. “Los movimientos sociales en América Latina. Pasado, presente y perspectivas”; 2008
Resumen:
<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:ES;} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> Los once años que separan la primera huelga bancaria realizada durante el gobierno peronista de la prolongada lucha entablada con la administración de Frondizi muestran una transformación de clase. Los empleados y las empleadas de entidades bancarias y compañías de seguro siguieron un proceso de integración en el seno de la clase trabajadora. En parte eso se explica por su conversión en trabajadores cada vez más dominados técnicamente por el capital, puesto que sus habilidades eran simplificadas por la mecanización. Pero en parte también se entiende por la inclusión en la CGT y la retórica obrerista del peronismo. Esto no significa que la base bancaria se peronizara completamente. Por el contrario, lo que revelan las huelgas de 1958 y 1959 es que persistía entre sus filas una gran cantidad de activistas de otras tendencias. Una peculiaridad del gremio bancario, pero también del de seguros, consistió en su tendencia a elegir delegados con representatividad directa entre las bases. Esa fue la clave de sus éxitos. Sus fracasos en 1950 y en 1959 deben ser entendidas por razones diferentes. En 1950 por el aislamiento de la CGT y el consenso que gozaba el gobierno de Perón. La derrota de 1959 se comprende mejor por las dificultades del combate social contra el estado de un sector aislado. Los gremios bancario y del seguro enfrentaron, casi en soledad, a una administración nacional decidida a quebrantar las demandas laborales. Los problemas que se presentaron en la huelga fueron comunes a todos los conflictos obreros de entonces, que el frondizismo derrotó uno por uno. Eso no impidió que Frondizi fuera derrocado en 1962 por tolerar la presentación de listas peronistas en las elecciones. La Asociación Bancaria recién fue normalizada en 1961 y le tomó unos cinco años más recuperarse de la derrota. Pero las heridas sanaron de todos modos, y cuando se reinició el ciclo de conflictividad social a fines de los años sesenta, los bancarios estuvieron presentes en el nuevo ciclo de lucha inaugurado por el Cordobazo de 1969.