El sentido del otro como don. Una idea kierkegaardiana

BINETTI, MARÍA JOSÉ

Cuadernos de Teología

Instituto Universitario Isedet

Lugar: Buenos Aires; Año: 2004 vol. 23 p. 315 - 327

0326-6737

El presente artículo intenta mostrar que el singular, tal como el pensamiento kierkegaardiano lo ha concebido, constituye una realidad esencialmente vinculada al Otro y plenamente abierta a la comunicación. En la relación con el Otro absoluto, la subjetividad se ve surgir desde su propia nada como don total de sí misma. El dolor que tal nacimiento le exige es el expediente del propio pecado, detrás del cual reluce la felicidad de un Amor infinito, que afirma al yo más allá de sí mismo. En este sentido, considero que la insistencia en el concepto kierkegaardiano del Singular no debe oscurecer su determinación relacional. En efecto, reiteradamente tal insistencia ha hecho pensar en el ideal humano propuesto por S. Kierkegaard como un excesivo individualismo, tendiente a aislar al hombre de todo vínculo intersubjetivo. Sin embargo, y en confrontación con tal interpretación, el pensamiento de nuestro autor ha sostenido un ideal personal que debería definirse como la perfección de la relación al Otro, la comunicación y, dicho con mayor precisión, como la perfección del don.El singular se constituye en el pleno reconocimiento de sí mismo como don total, que desciende de lo Alto en un acto de Amor divino, y asimismo irradia hacia los otros. Más aún, él se reconoce en la nada de la cual ha surgido y reconoce, ex nihilo, la inmensidad de su ser. Como en todo nacimiento, el hombre sufre dolores de parto. Pero el dolor de su miseria, de su pecado y de su nada apenas pagan el costo de una fecundidad infinita, engendrada en el roce del Otro.