INVESTIGADORES
CAROL Eleonora Silvina
congresos y reuniones científicas
Título:
UTILIZACIÓN DE LA RELACIÓN Cl-/Br- PARA IDENTIFICAR ÁREAS DE RECARGA SUBTERRÁNEA EN EL LITORAL DE BAHÍA SAMBOROMBÓN
Autor/es:
CAROL E; KRUSE E
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Resumen:
Debido su carácter hidrófilo, carga negativa y pequeño radio iónico, los aniones Cl- y Br-, disueltos en el agua se comportan como iones conservativos. Ninguno de ellos participan en las reacciones de intercambio iónico a bajas temperaturas, ni son adsorbidos sobre superficies minerales, y como son altamente solubles, sólo forman minerales en condiciones de evaporación extremas cuando la halita comienza a precipitar (Cartwright et al. 2006, Alcalá y Custodio 2008). Esto significa que los procesos físicos que tienen lugar en el suelo y sedimentos someros (dilución, evaporación, mezclas, etc.) pueden cambiar las concentraciones absolutas, pero no modificar significativamente la relación Cl-/Br- de las aguas subterráneas. El objetivo del trabajo es utilizar la relación Cl-/Br- para identificar áreas de recarga del agua subterránea que se produce a partir de la infiltración de las precipitaciones en ambientes de hidrogeomorfológicos del litoral de Bahía de Samborombón (sectores central y norte). El área de estudio comprende una planicie costera que limita al oeste con una llanura continental y al este con el estuario del Río de la Plata. En ella se reconocen en superficie sedimentos asociados a depósitos de llanura de marea, cordones conchiles y marisma (Fig. 1). La llanura de marea se encuentra actualmente fuera del ciclo mareal y está compuesta por sedimentos limo-arenosos en sectores de carácter más arcilloso en los que intercalan niveles de conchilla. La profundidad del nivel freático oscila entre 0,7 y 1,5 m, presentando un sentido de flujo subterráneo regional hacia la bahía y local hacia los sectores deprimidos y cursos superficiales. Los cordones de conchilla son geoformas sobreelevadas (con cotas de 4,0 a 7,5 m snm) paralelas a la línea de costa de 50 a 120 m de ancho, con longitudes que alcanzan los 10 km. En este caso, la profundidad del nivel freático varía entre 1,0 y 2,5 m, siendo el flujo subterráneo desde los sectores más elevados hacia la llanura de marea (oeste) o la marisma adyacente (este) (Fig. 1). Están compuestos principalmente por restos de valvas y arena con intercalaciones arcillosas de hasta 50 cm. La marisma es un ambiente de escasa altitud (cota inferior a 1,5 m snm) que se extiende a lo largo de la línea de costa con un ancho de 6 km en la parte central de la bahía y de 0,5 km en el sector norte, compuesta por sedimentos arenosos en sectores limo arcillosos. El nivel freático aflora o se sitúa muy próximo a la superficie (menos de 0,6 m de profundidad) y registra oscilaciones periódicas con la marea. Si bien la descarga subterránea es hacia el estuario, la marisma es un área que se inunda diariamente con la pleamar. Estas características distintivas reconocidas en cada ambiente determinan que constituyan unidades hidrogeomorfológicas con un comportamiento hidrogeológico particular. Para evaluar la recarga del agua subterránea a partir de las precipitaciones se extrajeron muestras de agua en cada unidad hidrogeomorfológica, determinándose el contenido de cloruros, bromuros e isótopos estables. Estos últimos se utilizaron para calcular el exceso de deuterio y compararlo con los valores de las lluvias locales y regionales. Las muestras de agua subterránea de la antigua llanura de mareas y de los cordones de conchilla presentan bajos contenidos en Cl- los cuales se asocian a relaciones Cl-/Br- inferiores a 1000. En la relación Cl-/Br- en función de Cl- (Fig. 2) el agua subterránea de estas unidades hidrogeomorfológicas se agrupa en torno a dichos valores los cuales son característicos de aguas recargadas por la infiltración de las precipitaciones (Alacalá y Custodio 2008). Por su parte, las muestras de agua de la marisma presentan una tendencia hacia valores altos de Cl- y de Cl-/Br- (Fig. 2) indicativos de procesos de disolución de sales de halita, mineral que frecuentemente se observa precipitado en la superficie de los sedimentos, como consecuencia de la evaporación del agua mareal. Los valores de exceso de 2H para la lluvia de local son cercanos a 14, mientras que las lluvias regionales tienen valores próximos a 10 (Dapeña y Panarello 2004). En el gráfico de exceso de 2H en función de Cl-/Br- (Fig. 2) puede observarse cómo las muestras de la antigua llanura de mareas y de los cordones de conchilla se ubican en la zona de valores característicos del agua de lluvia. El agua de la marisma sin embargo se desvía hacia valores negativos de excesos de 2H indicativos de aguas asociadas a fuerte evaporación y disolución de halita (Gonfiantini 1978). Los resultados obtenidos demuestran que la relación Cl-/Br- permite discriminar al igual que el contenido en isótopos estables (representado en este caso por el exceso de 2H) las unidades hidrogeomorfológicas en donde el agua subterránea se asocia en gran parte de la recarga a partir de las lluvias. Conocer los procesos que regulan la recarga del agua subterránea somera es importante ya que constituye el sustento de los pobladores y de las actividades socioeconómicas desarrolladas en la región. Asimismo definir que dependencia tiene el recurso hídrico en relación al régimen de precipitaciones permite generar pautas de gestión que aseguren el abastecimiento de agua en periodos secos, principalmente en el área de estudio donde los habitantes se autoabastecen de agua a partir de perforaciones someras.