INVESTIGADORES
MIRANDA Marisa Adriana
congresos y reuniones científicas
Título:
Eugenesia o eugenesias. Argentina y sus versiones hibridadas
Autor/es:
MIRANDA, MARISA A.
Lugar:
Philadelphia
Reunión:
Seminario; Consortium Working Group on the History of Evolution and Heredity in Brazil; 2023
Institución organizadora:
Consortium for History of Science, Technology and Medicine
Resumen:
La eugenesia, en cuanto “ciencia del cultivo de la raza” aplicable al hombre, bestias y plantas, enunciada por el inglés Francis Galton en 1883, conlleva la intromisión del ser humano anticipándose a la selección natural para eliminar del proceso reproductivo a quienes “necesariamente” perderían en la lucha por la vida. En efecto, esa propuesta de “mejora de la raza”, involucra en esencia, la dimensión procreativa, ergo futura. En este contexto se comprende el imperativo que caracteriza a aquella disciplina decimonónica: identificar, clasificar, jerarquizar y excluir. Acciones indisociables que, además, demarcan un orden inmutable. Ahora bien, desde las primeras décadas del siglo XX acontecimientos tales como los distintos eventos que sucedieron al Primer Congreso Internacional de Eugenesia celebrado en Londres en 1912, organizado por Leonard Darwin en conmemoración del primer aniversario de la muerte de su tío, Francis Galton, hasta el desarrollo de la Gran Guerra y la irrupción del fascismo en Italia, signaron la consolidación de un constructo bien delimitado que permitió luego asentar cierta diferenciación entre las vertientes que son identificadas, en general, como eugenesia anglosajona y eugenesia latina. La distancia operativa entre sendas propuestas radicaba en divergencias respecto de la legitimidad de la intervención estatal en el cuerpo humano, sea impidiendo la prosecución de una “vida indigna de vivir” a través de la eutanasia, o inhabilitando la reproducción humana esterilizando a aquellos cuya descendencia impediría la consecución del prototipo mítico eugénico. Intervenciones estas que fueron, en general, adoptadas por diversos países anglosajones mediante la intromisión compulsiva del Estado en los órganos reproductivos con los emblemáticos ejemplos de la eugenesia implementada desde 1907 en algunos estados de los Estados Unidos y, luego, la trágicamente célebre eugenesia nazi. A la vez, esta estrategia sería en general rechazada en el mundo latino, organizado bajo la influencia de la Iglesia Católica; donde la indisponibilidad del cuerpo, tanto por el Estado como por parte de los fieles, constituyó un límite a las esterilizaciones eugenésicas, aun cuando su rechazo fortalecería la emergencia de otra versión de la eugenesia, la latina. Cabe aclarar, empero, que el corte tomista de esta última, pese a que negaba cualquier intento de esterilización, avalaba, a la vez, estrictísimos mandatos legales o confesionales condicionantes de la moral ciudadana caracterizados como heredables. Desde allí serían puestos a debate el hipotético determinismo de los genes con el también hipotético, determinismo del ambiente, sólo modificable mediante precisas intromisiones en lo educativo, pero, más aún, en lo moral, en un intento de “corregir degeneraciones” de raigambre quizás ancestral. En atención a estas características, resulta propicio hacer hincapié en el grado de explicitación de esa coerción biopolítica y hablar, con más propiedad, de eugenesia de coercitividad explícita (cercana, si se quiere, a la anglosajona) y de eugenesia de coercitividad disimulada (más compatible con la versión latina). Ahora bien, dada la familiaridad de su uso en la historiografía, nos valdremos en este trabajo de la tradicional diferenciación entre eugenesia anglosajona y eugenesia latina, aunque sin perder de vista lo antedicho.