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En términos generales, una jerarquía puede concebirse como un sistema formado por múltiples niveles (Ahl y Allen 1996), los cuales guardan cierta relación de orden entre sí. En principio la idea de jerarquía no implica relaciones de prioridad y/o dependencia entre los niveles que la conforman, presentando cada uno de ellos particularidades y cierta autonomía (Bunge 1961, 2004). Sin embargo, en la historia de la biología se suele reconocer, en diferentes escenarios, la prioridad de algunos niveles por sobre otros (Buss 1983, Gould y Lloyd 1999, Folguera y di Pasquo 2008, Folguera y Rendón 2009). El presente trabajo indaga acerca de los niveles involucrados y de la relación entre los mismos, en el caso particular de los estudios del desarrollo y de la evolución de los organismos en la actualidad, los cuales se encuentran encuadradas dentro de la disciplina conocida como biología evolutiva del desarrollo (evo-devo). La hipótesis principal es que, pese a lo postulado desde dicha disciplina, en estos abordajes se continúan exacerbando los niveles inferiores, principalmente los correspondientes al ámbito genético-molecular. En primer lugar, presentamos un breve recorrido histórico del estudio de la relación entre desarrollo, evolución y niveles de estructuración jerárquica, en el que nos detendremos en particular en el período de la síntesis biológica y en la propuesta de S. J. Gould. Posteriormente, se analiza el caso de algunas de las corrientes pertenecientes a evo-devo, examinando tanto los niveles involucrados como las relaciones que presentan entre sí. Por último, se señalan algunos apuntes finales relativos a la importancia de dicho análisis en el contexto general de la extensión de la Teoría Sintética de la Evolución (TSE).

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