Heidegger y el arte

DIEGO TATIÁN

México

Conferencia; Congreso Heidegger; 1999

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México

  Para determinar si la obra de arte es mera cosa, o en qué medida lo es, Heidegger dasarrolla la pregunta por el ente como ha sido formulada y diversamente respondida a lo largo de la tradición filosófica. La hermenéutica de la obra de arte conduce a la imposibilidad de pensarla tomando lo cósico que la soporta como punto de partida. Esto es, ni considerada como sustancia (hypokeímenon), ni en cuanto percibida, ni bajo la perspectiva de la materia y la forma, puede la obra de arte ser  determinada esencialmente. Esto implica un importante descentramiento respecto al planteo de Ser y Tiempo,  según el cual lo intramundano podía ser experimentado en dos únicas maneras: como “ante los ojos” y como “a la mano”, siendo ésta última la más originaria y por tanto reveladora de mundo. Pero si aquí sólo el ser ahí es lo único “existente”, es decir, no es ni “a la mano” ni “ante los ojos”. La obra de arte revela insuficiente la noción de instrumentalidad, fundamentalmente en el hecho de que no se agota en un uso específico y porque no puede ser comprendida en su esencia desde las categorías de materia y forma por las que se hallaba definido el instrumento, advirtiéndose una vez más la impronta metafísica aún presente en Ser y Tiempo.