Deodoro Roca y los años salvajes de la cultura

DIEGO TATIÁN

Rosario

Jornada; Jornadas de Pensamiento Argentino; 2003

Universidad Nacional de Rosario

Deodoro Roca no escribió ningún libro. Tal vez podamos decir de él que fue un hombre "sin obra". Todos los libros que ahora llevan su nombre -cinco- son compilaciones póstumas de sus ensayos, de sus discursos de ocasión –en el banquete o el cementerio-, de sus retratos (José Ingenieros, Lisandro de la Torre, Aníbal Ponce, Eugenio D’Ors, Henri Barbusse...), sus polémicas o sus apuntes filosóficos. En cualquier caso, su existencia pública no privilegia la obra sino la intervención, la invención, la producción de acontecimientos. Se extiende desde la revuelta universitaria del dieciocho hasta la extraordinaria defensa jurídica, hacia el final de su vida, de Antonio Sánchez Zabala, acusado por la prensa amarilla y la sociedad toda de haber hecho desaparecer a Martita Stutz. Entre una cosa y la otra, fundó o impulsó o participó en varios organismos de lucha como el Comité pro Presos y Exilados de América; el Comité pro Paz y Libertad de América; la Unión Latinoamericana (que había sido fundada por José Ingenieros); la Sociedad Argentina de Escritores; la Liga Argentina por los Derechos del Hombre; el Comité contra el Racismo y el Antisemitismo; el Comité de Ayuda a la España Republicana; editó dos revistas: Flecha –periódico de combate político del que aparecieron 17 números entre 1935 y 1936- y Las comunas, revista de urbanismo y reflexión sobre los problemas municipales, de la que salieron 4 números entre 1939 y 1940. El presente trabajo traza una semblanza de la vida y los textos del inspirador de la Reforma Universitaria de 1918.