Morir, por el amor del hombre

DIEGO TATIÁN

Córdoba

Jornada; V Jornadas de Filosofía Política; 2006

Facultad de filosofía y humanidades, Universidad Nacional de Córdoba

Una ponencia acerca del concepto de misantropía en la tradición filosófica y en la época de la técnica Una de las raíces de la misantropía ha sido formulada en distintos modos por filósofos, escritores políticos y autores clásicos, aunque puede ser designada en general con una fórmula concisa: servidumbre voluntaria. Desde Platón, seguramente es posible trazar una larga historia de esta misteriosa condición adjudicada a los hombres en todos los tiempos, de la cual, si creemos en los filósofos, sólo la filosofía sustrae y sólo la constantia sapientis preserva "incluso cuando los poderosos –escribe Séneca-, los nacidos para dominar, fuertes por el asentimiento de los esclavizados, se disponen a dañarlo [al sabio]...". La cultura latina registra profusamente este clásico tópico pesimista, según el cual –en palabras de Tito Livio- "la plebe o sirve con humildad o domina con soberbia", o bien –según Tácito- "...el vulgo no tiene moderación alguna, causa pavor si no lo tiene [...in vulgo nihil modicum; terrere, ni paveant]". Encontraremos repetido este lugar común hasta muy entrada la modernidad. El presente texto explicita y analiza algunos motivos misantrópicos en la filosofía.