INVESTIGADORES
GOLDSTEIN Susana Beatriz
capítulos de libros
Título:
Aspectos moleculares de las citocinas y sus receptores: elementos clave en los procesos infecciosos
Autor/es:
S. GOLDSTEIN DE FINK; M.C.SASIAIN; M. FINIASZ; S. DE LA BARRERA; O.BOTTASSO
Libro:
Inmunopatología molecular: nuevas fronteras de la Medicina.
Editorial:
Editorial Médica Panamericana
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2004; p. 207 - 216
Resumen:
Las citocinas(CK) son factores paracrinas o autocrinas que regulan la proliferación, diferenciación y función de sus células blanco. Su acción pleiotrópica y redundante se explica considerando que sus receptores (R) son multiméricas. Además, muchas CK comparten una cadena (γc, βc o gp130) y emplean un transductor de señal común, definiendo así familias de CK. La dimerización de los receptores activa las tirosincinasas asociadas con ellos llamadas JANUS cinasas (JAK) que estimulan transductores de señales y activadores de la transcripción (STAT): Tanto los linfocitos CD4 como CD8 pueden clasificarse en tipo 1 si producen fundamentalmente IFN-γ favoreciendo la inmunidad celular, y tipo 2 si sintetizan principalmente IL-4 y favorecen la respuesta humoral. Ante el ingreso de un organismo extraño, los macrófagos secretan IL-12, IL-18 y TNF-α, y se activan las células NK que producen IFN-γ ( que estimula la actividad microbicida de macrófagos y la diferenciación hacia un perfil Th1). Algunos patógenos inducen producción de TGF-β por los mismos macrófagos (desactivación): También hay CK con actividad quimiotáctica (quimiocinas) que inician y propagan la respuesta inflamatoria. En las infecciones por micobacterias (M. tuberculosis y M.leprae ) la respuesta inmune implica activación de macrófagos a través de IFN-γ y TNF-α y posterior generación de linfocitos T citotóxicos. Las células NK y linfocitos T con TCR-γδ también participan en estos procesos. En la respuesta inmune hacia parásitos también intervienen IFN-γ y TNF-α. Respecto de las respuestas antivirales se ha observado que en etapas iniciales su control depende de la producción de interferones α/β y de la activación de células NK. Además se ha observado que varios virus producen CK como mecanismo de evasión de la respuesta inmune; un ejemplo significativo es la IL-10 producida por el virus de Epstein-Barr.