INVESTIGADORES
CIAMPAGNA Maria Laura
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Sitio arqueológico o concentración natural? Análisis de restos presentes en el sitio el Sifón, Cabo Blanco (costa norte de Santa Cruz)
Autor/es:
HAMMOND HEIDI; AGUINAGA MARÍA CLARA; TROLA VERÓNICA; CIAMPAGNA MARÍA LAURA; BOGAN SERGIO; ZUBIMENDI MIGUEL; AMBRÚSTOLO PABLO
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Jornada; VII Jornadas de Jóvenes Investigadores en Ciencias Antropológicas; 2006
Institución organizadora:
Insituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano
Resumen:
Este trabajo se enmarca dentro del proyecto arqueológico Costa Norte de Santa Cruz bajo la dirección de la Dra. A. Castro. Los materiales aquí tratados fueron recuperados en la excavación de un sondeo de 1x1 m realizada por el Dr. Eduardo Moreno en el sitio El Sifón, ubicado en el peñón rocoso de Cabo Blanco, provincia de Santa Cruz. La excavación se realizó junto a un gran bloque de roca volcánica, en el cual se recuperaron materiales líticos, abundantes restos faunísticos y escasos restos malacológicos. Los restos óseos conforman concentraciones muy densas, principalmente de huesos de aves marinas y pinnípedos. Este registro nos plantea un problema con respecto a su calidad en tanto conjunto cultural o natural y la mezcla de elementos de diverso origen. Con el fin de avanzar en el conocimiento del origen cultural o natural- de los restos hallados en la excavación nos planteamos una metodología de trabajo que incluya el análisis pormenorizado cuali-cuantitativo de los conjuntos líticos, faunísticos y malacológicos, así como estudios micromorfológicos de muestras de la matriz sedimentaria presente entre los materiales recuperados. En primera instancia el material lítico fue estudiando a través de un análisis tecno-tipológico, discriminando por tamaño, materias primas, y rasgos tecnológicos, observándose un predominio de rocas propias del peñón, la cual es en general de muy mala calidad para la talla. Una parte minoritaria del conjunto lítico presenta rasgos tecnológicos determinantes (talones, bulbos, negativos de lascado, aristas y retoque) que nos permiten afirmar la intencionalidad antrópica en la talla de esta parte del conjunto. El total de elementos faunísticos ha sido estudiado siguiendo la metodología convencional para el análisis cuantitativo de los restos, confeccionándose una tabla de las unidades anatómicas presentes para cada taxón, determinando el Mínimo Número de Individuos (MNI) siempre que fuera posible. En base al estado de meteorización que afectó la superficie de los huesos se pudo inferir una baja taza de sedimentación, evidenciando un prolongado tiempo de exposición atmosférica de los materiales estudiados. Es de destacar la total ausencia de huellas de corte y sólo un elemento presenta alteración térmica. En cuanto a marcas de origen no antrópicas, hemos detectado una fracción minoritaria de elementos que presentan evidencias de masticación producidas por carnívoros. El tipo de marcas recuerda mucho las generadas por carnívoros, como el zorro, y se manifiestan como que en algunos huesos delgados generan un borde aserrado. Además fueron recuperados restos craneales y postcraneales de roedores Crisetidos que han sido incorporados al conjunto, probablemente como producto de la regurgitación de aves Strigiformes. Cabe mencionar que la presencia de este tipo de aves es frecuente en el peñón. Los restos malacológicos han sido contabilizados y estudiados de acuerdo a la metodología seguida convencionalmente en el proyecto de investigación. Se han registrado varias especies Nacella sp., Brachiodontes purpuratus, Mytillus edulis chilensis, Paraeuthria plumbea entre otras), todas en bajo número. A diferencia de otros conjuntos malacológicos de origen arqueológico observados en el área se destaca la alta proporción de especies acompañantes, así como el bajo número de individuos de especie comúnmente consumidas por las poblaciones cazadoras recolectoras patagónicas. Si bien quedan aún muchos interrogantes, en base a los resultados obtenidos de los análisis realizados consideramos que el conjunto recuperado presenta orígenes mixtos. La mayor parte de los elementos faunísticos, así como los restos malacológicos, habrían sido depositados por el mar pudo haber sido objeto de carroñeo por parte de animales carnívoros, cuyo testimonio son las marcas producidas en la superficie de los huesos. Las aves Strigiformes por su parte han incorporado un considerable número de restos roedores. En relación al material lítico, consideramos que un alto porcentaje del total del conjunto es producto natural de la erosión, meteorización y posterior acumulación de la roca que constituye el peñón de Cabo Blanco. En contraposición, la fracción minoritaria del conjunto lítico presenta atributos tecno-morfológicos indiscutiblemente antrópicos e incluso se registra la presencia de lascas confeccionadas con materias primas alóctonas (calcedonias) de muy buena calidad para la talla. Aún no tenemos en claro si esta fracción de artefactos, presenta una posición primaria en el sitio, siendo producidos o depositados por el hombre con anterioridad o posteriormente al evento marino antes mencionado.