CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

La pérdida y fragmentación de hábitats supone la principal amenaza que enfrenta la biodiversidad a nivel mundial. En este contexto las áreas protegidas (AP) son críticas para la conservación de la biodiversidad. Para poder cumplir con los objetivos acordados en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, la Argentina necesita, sumar superficie protegida y potenciar su conectividad. En este contexto, desarrollamos un modelo de conectividad funcional en el marco de la teoría de grafos con el objetivo de identificar corredores biológicos potenciales (CBP) que vinculen las AP en la Argentina. Además, evaluamos el aporte de las AP privadas (APP) a la conectividad de las de gobernanza estatal (APE). Se generó un mapa de fricción del paisaje a partir del grado de naturalidad estimada con diferentes capas de información geográfica, para valorar la dificultad para el flujo de individuos a través del paisaje. A partir de esto se calcularon los caminos de mínimo costo acumulado entre pares de AP y se identificaron los CBP. La conectividad del paisaje se calculó por medio de un modelo probabilístico para la dispersión de individuos.Fueron identificados 233.180 km2 de corredores biológicos potenciales para las APE y 290.240 km2 cuando se consideran las APE y APP. Si se considera la superficie común cubierta por corredores en ambos escenarios el aporte de las APP es de 24,7%. El AP conectada varía entre el 19 y 58% dependiendo de la capacidad de dispersión de los organismos, lo que representa entre el 1,5 y el 4,6% del territorio. Este trabajo constituye el primer análisis de conectividad y corredores biológicos potenciales entre AP a nivel nacional de manera cuantitativa. Proporciona resultados espacialmente explícitos que aportan a garantizar la funcionalidad de las AP y, por lo tanto, contribuir con la conservación de la biodiversidad a largo plazo.

enviar mensaje