La construccion de las nociones de CAMPO como proyeccion de la intencionalidad de las elites argentinas a lo largo de la historia

DIEGO DOMINGUEZ

Porto Galinhas, Brasil

Congreso; VIII Congreso Latinoamericano de Sociologia Rural; 2010

ALASRU

A lo largo de la historia argentina, en las distintas etapas de su configuración como “comunidad imaginada”, los grupos sociales con vocación hegemónica han sostenido diferentes concepciones sobre aquello que se denomina “El Campo”.“comunidad imaginada”, los grupos sociales con vocación hegemónica han sostenido diferentes concepciones sobre aquello que se denomina “El Campo”. Campo y ciudad, para las elites locales, es una relación que ha ido variando en su contenido. Si en tiempos de la configuración del Estado-Nación argentino “el campo” significaba para las elites el atraso y la barbarie, actualmente, en tiempos del agronegocio, “el campo” es presentado como vector de progreso y locus de la sociedad del conocimiento.argentino “el campo” significaba para las elites el atraso y la barbarie, actualmente, en tiempos del agronegocio, “el campo” es presentado como vector de progreso y locus de la sociedad del conocimiento. Civilización versus Barbarie, fue la formula que las elites porteñas y del interior utilizaron para denominar al antagonismo que surcaba el campo y la ciudad, una dicotomía que ellas mismas habían construido y alentado como fórmula interpretativa. Cuando estalla en la década de 1870 el levantamiento de los campesinos kollas en la puna argentina, llamado Guerra de Quera, las autoridades de la época no dudaron en señalar que se trataba de otra amenaza liderada por caudillos. Ya derrotada por la “guerra policial” de las fuerzas nacionales, los gestores de la empresa se ufanaban de haber aniquilado la ultima montonera. En la construcción del Estado-Nación argentino, las burguesías comerciales y los terratenientes construyeron y llevaron adelante su ficción histórica en clave de ciudad contra campaña. Estos polos hoy se presentan invertidos para el discurso hegemónico que sigue operando estas categorías. El campo es presentado como motor de la economía y la ciudad como albergue de la marginalidad. Como hipótesis entendemos que el contenido de aquello que es “El Campo” en cada momento histórico del país expresa la perspectiva territorial del proyecto hegemónico.versus Barbarie, fue la formula que las elites porteñas y del interior utilizaron para denominar al antagonismo que surcaba el campo y la ciudad, una dicotomía que ellas mismas habían construido y alentado como fórmula interpretativa. Cuando estalla en la década de 1870 el levantamiento de los campesinos kollas en la puna argentina, llamado Guerra de Quera, las autoridades de la época no dudaron en señalar que se trataba de otra amenaza liderada por caudillos. Ya derrotada por la “guerra policial” de las fuerzas nacionales, los gestores de la empresa se ufanaban de haber aniquilado la ultima montonera. En la construcción del Estado-Nación argentino, las burguesías comerciales y los terratenientes construyeron y llevaron adelante su ficción histórica en clave de ciudad contra campaña. Estos polos hoy se presentan invertidos para el discurso hegemónico que sigue operando estas categorías. El campo es presentado como motor de la economía y la ciudad como albergue de la marginalidad. Como hipótesis entendemos que el contenido de aquello que es “El Campo” en cada momento histórico del país expresa la perspectiva territorial del proyecto hegemónico.