Rastreo de SARS-CoV-2 en aguas superficiales y residuales de Salta, aporte a la vigilancia epidemiológica

REYES, SARITA ISABEL; MAINARDI-REMIS, JUAN MARTÍN; CRUZ, MERCEDES CECILIA; MAIDANA KULESZA, MARÍA NOEL; DIEGO GASTÓN SANGUINO JORQUERA; SAID ADAMO, MILAGRO; POMA, HUGO RAMIRO; GUTIÉRREZ-CACCIABUE, DOLORES; IRAZUSTA, VERÓNICA PATRICIA; MONICA APARICIO; CRISTÓBAL, HÉCTOR A; JORGE E. ALMAZÁN; RAJAL, VERONICA BEATRIZ

La Plata

Congreso; V Congreso Argentino de Microbiología Agrícola y Ambiental; 2021

Una gran proporción de los individuos infectados con SARS-CoV-2 excretan el virus por materia fecal y orina (además de por otras vías), lo que termina formando parte de las aguas residuales. Desde los inicios de la pandemia de COVID-19 el Laboratorio de Aguas y Suelos (LAgS), aprovechando su experiencia previa en la vigilancia ambiental de virus entéricos, bacterias y parásitos humanos, se abocó al rastreo del nuevo virus en aguas superficiales y residuales de la ciudad de Salta y alrededores.Desde julio de 2020, se monitorearon cinco puntos correspondientes a tres ríos: Arenales, Mojotoro y La Caldera; los dos primeros reciben descargas de las dos plantas de tratamiento de efluentes de la ciudad. Se caracterizó fisicoquímica y bacteriológicamente el agua y se colectaron 20 L que se concentraron por ultrafiltración. El concentrado, luego de una elución, se empleó para la extracción de ácidos nucleicos y posterior detección del virus (gen N) por retrotranscripción y PCR en tiempo real (RT-qPCR) en un paso y para la detección de dos marcadores de contaminación humana (poliomavirus humano y RNasa P) por qPCR. Por otro lado, desde agosto de 2020 se analizaron muestras de aguas residuales de 13 puntos diferentes de la ciudad de Salta. Para ello, se colectaron 50 mL de agua que se pasteurizaron, luego se realizó la concentración del virus por precipitación con PEG 8000 y la resuspensión del pellet con Trizol, para después extraer los ácidos nucleicos y realizar la detección mediante RT-qPCR. Además, se colectaron datos de los casos de COVID-19 reportados por las autoridades de salud y de precipitaciones durante el período estudiado.Los resultados permitieron ver la evolución de las variables medidas en los ríos y de la concentración viral durante el período estudiado. Por un lado, independientemente de la condición fisicoquímica y bacteriológica de las muestras, aproximadamente la mitad de ellas tuvieron fragmentos de SARS-CoV-2 en los ríos La Caldera y Mojotoro. Por otro, el río Arenales (altamente contaminado según las variables medidas) en cambio, sobre todo en uno de los dos puntos monitoreados, mostró que la concentración viral (y también la normalizada con los marcadores humanos determinados) fue alta y persistente y siguió la curva de casos reportados. Sin embargo, esta concentración viral fue alrededor de un orden de magnitud menor que la calculada como promedio ponderado de la ciudad empleando los 13 puntos monitoreados para las aguas residuales. La mayor discrepancia entre estos últimos valores y los del río Arenales se observaron durante los meses de verano en los que las precipitaciones fueron abundantes y produjeron un efecto de dilución en el río.Los resultados obtenidos permiten concluir que las aguas residuales y los ríos altamente impactados por ellas, brindan información valiosa para las autoridades de salud en la vigilancia epidemiológica de la población.