Carisma, liminaridad y experiencias religiosas emergentes

GUSTAVO ANDRÉS LUDUEÑA

Buenos Aires

Mesa redonda; Pensar los espacios sociales internos de los grupos. Organización, jerarquías, legitimidades; 2011

CEIL-PIETTE

En esta presentación me interesa explorar las relaciones entre carisma, liminaridad y experiencias religiosas emergentes. Para ello analizaré las trayectorias biográficas de tres monjes benedictinos que fueron protagonistas de cambios radicales a posteriori del Concilio Vaticano II, los cuales afectaron directamente los regímenes de experiencia religiosa del monacato argentino. La hipótesis de trabajo que orienta el estudio es la siguiente. Las organizaciones religiosas, como formas burocráticas sancionadas y ordenadas en torno a normas, experimentan la emergencia de regímenes alternativos tanto de experiencias como de poderes religiosos paralelos, o de ambos simultáneamente. Ello ocurre, principalmente, a partir de la construcción de subjetividades carismáticas no previstas por la norma. Las conclusiones a las que arriba el trabajo es que, primero, las biografías analizadas surgen como figuras carismáticas sobre la base de experiencias contextuales no dominantes, configurándose como emblemas de una religiosidad alternativa que se traduce en creencias y prácticas diferentes. Segundo, ellos se escapan a la socialización homogeneizante propuesta por los regímenes imperantes, a causa de su condición de subjetividades elusivas a los sistemas de clasificación vigente. Tercero, tensionan, aunque no siempre ni necesariamente confrontan, la autoridad establecida. Por ello se constituyen ellos mismos en una autoridad no-burocrática que se legitima en su propio campo. Cuarto, cuando su influjo se masifica o divulga con aceptación a través del poder carismático que ostentan, pueden abandonar su liminaridad y disputar el “centro” con el que se vinculan en forma de “periferia”; o, incluso, instituirse como tales fuera del grupo religioso. Las nociones de periferia provienen aquí tanto de las investigaciones de Victor W. Turner sobre la estructura y la anti-estructura, como de los desarrollos introducidos por la teoría poscolonial. Finalmente, la periferia, como espacio social liminal, puede ser potencialmente un espacio de invención e imaginación de nuevas formas sociales.