INVESTIGADORES
LUDUEÑA Gustavo Andres
congresos y reuniones científicas
Título:
La noción de imaginación en los estudios sociales sobre religión
Autor/es:
GUSTAVO ANDRÉS LUDUEÑA
Lugar:
Porto Alegre, Brasil
Reunión:
Conferencia; Primeras Jornadas del Núcleo de Estudos da Religião; 2011
Institución organizadora:
Universidade Federal do Rio Grande do Sul
Resumen:
En Las Formas Elementales de la Vida Religiosa, una obra de indudable valor para los estudios sociales de la religión, sabemos que Emile Durkheim no sólo introdujo una definición del fenómeno religioso centrada en la oposición entre lo sagrado y lo profano, y entre las creencias y las prácticas religiosas; él también sentó las bases para una sociología del conocimiento a partir de las llamadas “categorías de entendimiento” (tales como las de espacio, tiempo, género, causa, etc.). En este orden, diría Durkheim, la religión está en la base del conocimiento humano y se genera y organiza sobre categorías de origen colectivo en las que los sujetos de una sociedad son socializados. Junto a ellas, que condensarían las “propiedades más universales de las cosas” y son “casi inseparables del normal funcionamiento del espíritu” (1993) (1993: 40), Durkheim demarcó lo que sería una suerte de categorías o ideas de segundo orden. Esas “otras nociones son contingentes y móviles; [y] concebimos que puedan faltar en un hombre, en una sociedad o en una época” (1993: 40). Me parece que sobre estas últimas, por su carácter más restringido aunque no menos colectivo, descansa una buena parte del material empírico con el que lidiamos generalmente en nuestras investigaciones. En particular, a nivel de las representaciones de los sujetos con los que trabajamos. Por esta razón, es más que conveniente la mención de esta obra fundante en una discusión sobre la imaginación como herramienta conceptual en el campo de la religión. Lejos de ceñirme a la relación con las representaciones, no obstante, mi intención es destacar aquí el rol de la práctica religiosa y su vínculo con lo imaginario. En años recientes, numerosos investigadores han venido haciendo uso de la noción de imaginación en diferentes áreas de trabajo y con disímiles objetos de estudio. Pese a los contextos divergentes de indagación, sin embargo, creo que puede advertirse en ellos una suerte de continuidad recurrente que radica en que, como herramienta analítica, la imaginación les proporciona un poder heurístico para la comprensión conceptual de procesos generales que articulan representaciones y acciones colectivas. En este sentido, quiero hacer aquí tres afirmaciones a modo de hipótesis de trabajo. Primero, que la práctica es uno de los dispositivos que activa, tanto como orienta y reorienta la imaginación cosmológica. Segundo, la imaginación –a diferencia de la creencia y la práctica– resiste a la cosificación porque es ante todo un proceso que incorpora la temporalidad; por esa razón es transversal a las representaciones y a la acción religiosa. Tercero, la imaginación tiene lugar en el marco de una matriz intersubjetiva y es, por eso mismo, no sólo de orden procesual sino también de naturaleza social. Para tratar estos temas presentaré primero algunos antecedentes sobre los usos conceptuales de la imaginación en antropología social. En segundo lugar, voy a abordar las relaciones con las ideas de imagen y de imaginario, las que están ligadas fuertemente con la imaginación. Luego, me centraré en dos dimensiones que –sin ser las únicas– considero de importancia para entender el juego de la imaginación: la experiencia y la cosmología, y el lenguaje y la identidad religiosa. Utilizaré para eso material de mi propia etnografía en ámbitos católicos y espiritistas. Finalmente, presentaré unas breves conclusiones para seguir pensando. Veamos entonces algunas aplicaciones recientes de la imaginación producidas en antropología.