INVESTIGADORES
GHIGLIONE Matias
congresos y reuniones científicas
Título:
ESTRUCTURAS TRANSVERSALES: UN LINK ESTRUCTURAL ENTRE LAS SIERRAS SUBANDINAS, LA SIERRA DE CALILEGUA Y EL SISTEMA DE SANTA BÁRBARA
Autor/es:
GHIGLIONE, M.C.; APREDA, D.; HERNANDEZ, N.; ROCASALVO, R.; GROSSO, S.; VERGANI, G.
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino, Mayo 2011, Neuquén; 2011
Resumen:
En el frente oriental de los Andes Centrales del noroeste argentino coexisten dos sistemas de corrimientos muy disímiles: las Sierras Subandinas con estructuras de piel fina se desarrollan al norte de los ~29º 30´ LS, y el sistema de Santa Bárbara, producto de inversión tectónica, se ubica al sur de esa latitud (Fig. 1a). La Sierras Subandinas tienen una orientación NNE, con pliegues continuos por decenas de kilómetros a lo largo del rumbo y corrimientos vergentes al este con un despegue pelítico basal siluro-devónico (Mingramm et al., 1979; Hernández et al., 1996; Kozlowski et al, 2008 y sus referencias). El sistema de Santa Bárbara se ubica en un sector donde los niveles pelíticos paleozoicos medios a superiores pierden expresión. Este sistema de piel gruesa se agrupa en segmentos discretos, separados por zonas sin deformación, generados como  consecuencia de la inversión de depocentros del rift cretácico. Sus fallas de alto ángulo se enraízan en el basamento precámbrico, con vergencia predominante al oeste (véase Kley y Monaldi, 2002 y sus referencias). Las teorías más reconocidas proponen que las razones para que coexistan de esas dos geometrías tan disímiles son por un lado la existencia de espesos niveles pelíticos en las sierras Subandinas, no afectadas por el rift cretácico; mientras que el desarrollo del sistema de Santa Bárbara coincide con la inversión positiva de un graben extensional del Grupo Salta de unos 400 km de largo y 50 km de ancho promedio orientado NNE, entre los depocentros Metán y Lomas de Olmedo (Kley y Monaldi, 2002). Si bien en el sistema de Santa Barbara (Kley y Monaldi, 2002), y en la Cordillera Oriental (Kley et al., 2005; Carrera et al., 2006), se reconocennumerosas estructuras reactivadas, en las Sierras Subandinas la presencia de dichas estructuras ha sido poco estudiada.