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En el capítulo nos hemos propuesto describir la educación en la Gobernación del Tucumán a partir de la consulta exhaustiva tanto bibliográfica -desde los diferentes posicionamientos-como documental del periodo trabajado. Para cumplir con dicho propósito consideramos la educación como un fenómeno global y no la mera escolarización, y por ello desarrollamos los estudios primarios -denominados primeras letras¬-, los preparatorios y los universitarios, contemplando a su vez la educación informal como así también la artesanal. A si mismo pudimos enfatizar en las discontinuidades y permanencias derivadas del cambio dinástico.Para tal fin indagamos sobre los destinatarios, maestros y profesores, describiendo los contenidos, espacios, métodos y organización de cada nivel de estudio, avizorando su funcionamiento y los cambios ocurridos en correlación al contexto donde se desenvolvían.Hemos estudiado y señalado la existencia de distintos tipos de escuelas, colegios como el Real Convictorio de Nuestra Señora de Monserrat y el seminario conciliar, como así también la fundación, organización y desenvolvimiento de las Universidades de Córdoba del Tucumán, la de San Francisco Xavier de Chuquisaca y la que funcionó en el convento dominico en Santiago de Chile. Consideramos en materia educativa el punto de inflexión a partir del siglo XVIII, en primer lugar, por la llegada al trono de una dinastía que tuvo otra concepción no tan solo del poder sino de los principios y fines de la educación; y en segundo lugar por la expulsión de los jesuitas. Así pudimos constatar que con el fragor de las reformas inicia la etapa ilustrada en la enseñanza elemental y en los estudios universitarios lentamente fue ingresando el paradigma moderno de la ciencia, frente a una Escolástica muy decadente -la llamada Tercera Escolástica-, proyectando el avance de la astronomía y física experimental. Se trataba de la llamada ilustración cristiana que intentó conciliar la razón y la fe a la luz de la propuesta iluminista.También hemos logrado resaltar que la mencionada expulsión de la orden tuvo consecuencias notorias, pues a la acción desarrollada por los jesuitas -tanto en educación elemental y universitaria, artes y oficios- se le debe gran parte del progreso cultural de estas tierras, y quienes continuaron con su labor, regulares de varias órdenes y el clero secular, no supieron estar a la altura de sus predecesores, provocando una rápida e incontenible decadencia en educación.

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