Entre la vara y los indios. La sociedad de Charcas frente a parejas imposibles, 1560-1580

ANA MARÍA PRESTA

Bariloche

Congreso; XII Jornadas Interescuelas Departamentos de Historia; 2009

Universidad Nacional del Comahue,

En 1559 nacía la Real Audiencia de Charcas, cuyo funcionamiento comenzó dos años más tarde. Entre sus primeros oidores, el faccionalismo, los regionalismos peninsulares, las ambiciones sociales y un romance público entre una viuda encomendera y un miembro del tribunal, generaron—en la década de 1560—rumores, enconos, críticas, ácida correspondencia hacia las autoridades regionales y metropolitanas cuando también acusaciones de favoritismo que, más allá de la búsqueda del respeto a la ley, expresaban la sorda envidia oculta tras el velo de la norma y el temor a la transgresión. Dos instituciones en las que descansaban el disciplinamiento sexual, la reproducción estamental y la administración de la justicia y el gobierno locales colisionaban en un medio en que circulaban la riqueza y el poder, en tanto La Plata o Charcas era por entonces no sólo la sede audiencial sino la ciudad cabecera del sur andino donde avecindaban los ricos encomenderos de la región y la primera generación de empresarios mineros de Potosí. Diez años más tarde, otro episodio, donde los impedimentos eran similares, reunía a otros protagonistas; aunque en este caso, la doncella, una mestiza legitimada, tal vez la más rica de la jurisdicción, se embarcó, junto a su familia, en un matrimonio con un oidor que hasta el Virrey Toledo pretendió declarar inválido. Se tratan aquí dos casos en que el amor a la vara, al linaje y al patrimonio resultaron en la separación irremediable de dos amantes, al optarse por la toga y la conservación de los indios. En el otro, la consumación del matrimonio redundó en el abandono del cargo público y en la venganza de las autoridades, que frente al desafío de un oidor, una dama y su familia no cejaron en hacer caer todo el peso de ley para horadar y licuar el más notable patrimonio de Charcas.