INVESTIGADORES
CHERESKY Isidoro
artículos
Título:
Argentina: ¿una democracia diferente a la que conocimos?
Autor/es:
ISIDORO CHERESKY
Revista:
TODAVIA
Editorial:
Fundación Osde
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2005 p. 22 - 27
ISSN:
1516-4497
Resumen:
En “¿Una democracia diferente a la que conocimos?” se analizan los cambios en el formato representativo, a la luz de las elecciones legislativas 2005 en la Argentina. Se parte de la premisa de que la democracia ha terminado instalándose entre los argentinos, y mas ampliamente en la región latinoamericana. Sin embargo, el “encantamiento” actual con la democracia sobreviene al mismo tiempo que se extiende la crisis de representación. Más que frente a una crisis de representación, estaríamos ante una mutación política de la que por el momento se percibe mas claramente el debilitamiento de los dispositivos institucionales tradicionales: los partidos políticos no tienen mas el monopolio de la vida política y tienden a desagregarse dando lugar a coaliciones u otras variadas formas de identidad política, que procuran responder a una ciudadanía que fluctúa en sus preferencias según la verosimilitud de las lideres  que se postulan para la representación. . Las elecciones legislativas 2005 constituyen una ilustración de la medida en que las etiquetas partidarias tradicionales se han debilitado como signos de la diferenciación política, adquiriendo el desapego de la pertenencia proporciones considerables en este proceso. Por ejemplo, los intendentes o aún los gobernadores se despegan de una etiqueta partidaria y mantienen su vínculo con el electorado local proponiendo articulaciones variables con los liderazgos nacionales. El proceso electoral 2005 atestigua cómo una lógica de la popularidad en el espacio público, si bien impulsada desde la cúspide del poder, parece prevalecer por sobre la de los aparatos políticos y las lealtades que ellos tradicionalmente concitaban, como lo evidencia el paso de  una parte de los intendentes peronistas del conurbano bonaerense al bando de los partidarios de Cristina Kirchner y del Presidente. Ello no puede ser visto solo como producto del empleo del aparato de Estado por parte del gobierno central, ya que si bien la transferencia de recursos económicos influye, la adopción de una nueva lealtad por los punteros y los gobernantes locales esta muy condicionada por la presencia mediática de la candidata respaldada por el presidente. Por otro lado, como parte de estas transformaciones en el formato representativo, puede verse cómo en la Argentina y en otros países de América Latina, se expande una “democracia inmediata” caracterizada por la expansión del espacio público como ámbito obligado de legitimación permanente de gobernantes y dirigentes. El “cacerolazo” fue la expresión característica de una activación social no convocada ni encuadrada por líderes y organizaciones, y  que ilustra una vocación de los contemporáneos a la expresión directa, a la presencia pública sin recurso a los canales partidarios o asociativos existentes. Esta expresión de la “democracia inmediata” es en buena medida protagonizada por aquellos mismos que los consagraron en las urnas, por lo que no puede verse en estas nuevas tendencias una inclinación popular por regímenes políticos alternativos al democrático o un desconocimiento de las instancias institucionales.