INVESTIGADORES
JENSEN Silvina Ines
congresos y reuniones científicas
Título:
No olvidar significa continuar la lucha. Las armas del exilio argentino en Cataluña en la coyuntura de la visita de la Comisión interamericana de Derechos Humanos de la OEA
Autor/es:
SILVINA JENSEN
Lugar:
La Plata
Reunión:
Otro; Primer Coloquio Historia y Memoria: perspectivas para el abordaje del pasado reciente; 2002
Institución organizadora:
CISH, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, UNLP
Resumen:
Este trabajo, que forma parte de una investigación más amplia, centra su atención en la elucidación de la política de memoria _ y, en el mismo sentido, en la política antidictatorial _ de dos instituciones de la colonia argentina exiliada en Cataluña, a saber: la Casa Argentina en Catalunya y la Comisión de Solidaridad de Familiares de muertos, desaparecidos y presos políticos (CO.SO.FAM.).Esta propuesta apunta a analizar cómo esos actores dieron sentido a sus prácticas en la andadura de definirse como exiliados y en relación al poder militar que no sólo los expulsó del territorio, sino que procuró vaciar de sentido sus reclamos, colocando en el centro de la discusión la cuestión de la verdadera Historia. En los 70, la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (setpiembre de 1979) significó una coyuntura clave para leer esta confrontación por los modos de conocer y transmitir la verdad de lo ocurrido.En este contexto, privilegiaré la mirada sobre un momento álgido de la confrontación entre gobierno militar y exilio argentino en Cataluña, como fue la visita de la C.I.D.H. a la Argentina. En principio, hacia 1979, los exiliados comprendieron que las luchas por ?lo realmente ocurrido? en la Argentina podía tener un impacto directo y actual sobre el destino y la vida de los desaparecidos. En ese sentido, las luchas por lo simbólico asumían una realidad insospechada. En segundo lugar, la visita de la Comisión fue el primer intento oficial claro por ?clausurar el pasado?. Nunca como entonces, el mandato de olvidar funcionó como recurso para consolidar una nueva genealogía nacional. En este contexto, el gobierno militar se vio impulsado a contar el pasado inmediato argentino. La paz conquistada por la derrota de la delincuencia subversiva, dejaba paso a la necesidad de desarticular otros frentes: en lo interno, la destrucción de las raices profundas de la subversión y en lo externo, la prédica malintencionada de la ?subversión en fuga.? Si como afirma Mariano Grondona, la fórmula de los militares argentinos había sido discreción no hacer ruido, no exagerar los enfrentamientos, hablar en voz baja y sin llamar la atención (Carta Política, 1977, p. 25), había llegado el momento de ejercer el poder desde la definición de las categorías en las que lo real debía ser pensado y recordado.En tercer lugar, 1979 fue un momento de inflexión en la instalación del tema argentino a nivel internacional y, por lo mismo, para el exilio argentino fue una coyuntura para repensar cuál era su función de cara a su país de origen y para esclarecer frente a la sociedad receptora las razones de su presencia en Cataluña.