INVESTIGADORES
ANZORENA Claudia Cecilia
congresos y reuniones científicas
Título:
Las políticas sociales y el mandato del cuidado. Una mirada feminista desde el sur de los efectos del capitalismo tardío sobre la vida de las mujeres
Autor/es:
ANZORENA, CLAUDIA
Lugar:
Universidad Complutense de Madrid - Madrid
Reunión:
Congreso; 10º Congreso Internacional Interdisciplinar sobre las mujeres: Mundos de Mujeres / Women`s World 2008; 2008
Institución organizadora:
Universidad Complutense Madrid
Resumen:
El tema que abordaremos son las formas en que se recupera el mandato del cuidado en las políticas sociales implementadas en Latinoamérica para atenuar las consecuencias del modelo neoliberal. Creemos relevante analizar estas políticas, desde un punto de vista feminista, porque profundizan la opresión de las mujeres, y refuerzan su lugar en las tareas reproductivas y sus desventajas en el mercado de trabajo. Durante la década de 1990 la expansión/imposición global del modelo neoliberal llevó a niveles crecientes de acumulación para unos/as pocos/as a costa de un alarmante empobrecimiento para muchas/os, la ampliación de las desigualdades, el desempleo, y la expulsión de países y personas del sur de los circuitos económico-sociales. En este escenario los resultados para los países del Tercer Mundo fueron devastadores: precarización de los niveles salariales, de los derechos sociales y de las condiciones de vida alcanzados. Esta situación obligó a la implementación de reformas paliativas fuertemente focalizadas para contrarrestar los efectos conflictivos de las medidas de ajuste estructural. Las mujeres se convirtieron en las principales destinatarias de estas medidas. Desde fines de 1960 los/as planificadores/as entendieron que las mujeres de sectores populares, de los países menos industrializados, son las más afectadas por la pobreza, por ser las encargadas de la subsistencia de las personas a su cargo y concluyeron que “mejorar” sus vidas significaba mejorar la vida de sus hogares y sus comunidades. Así, “las mujeres”, como grupo con características específicas, quedaron situadas al mismo tiempo como las destinatarias “privilegiadas” de las políticas sociales, como demandantes de nuevos derechos y como las principales afectadas por las nuevas desigualdades creadas por el derrotero del capitalismo. Nuestro objetivo es reflexionar sobre cómo en las actuales condiciones, en Argentina, los derechos de las mujeres parecen percibirse casi como privilegios inadmisibles y en cambio se hace hincapié en la promoción de su rol de cuidado de los/as otros/as. En este sentido “pobreza” y “exclusión” se posicionan como “las protagonistas” de las políticas sociales, sin tener en cuenta que clase y género son inseparables. Desde una perspectiva que ubica a las políticas sociales como espacios de relaciones de fuerza entre las demandas de las mujeres y feministas y la lógica institucional del Estado, expondremos las observaciones realizadas en un estudio de caso sobre un plan social que consideramos un modelo relevante para analizar las formas en que se juegan las tensiones entre política social neoliberal, profundización de la división sexual del trabajo y la posibilidad de acceder a un derecho como la educación. El Plan Jefas de Hogar Desocupadas es un programa social con eje en lo educativo, que se implementó entre los años 2000 a 2006 en Mendoza (Argentina), su objetivo era otorgar un magro subsidio a mujeres desocupadas, único sostén económico del hogar, con niños/as a cargo, a cambio de que ellas finalizaran la escolaridad formal básica o media. El problema abordado como un estudio de caso, desde un punto de vista de género, implicó una lógica cualitativa. Las técnicas empleadas fueron entrevistas no estructuradas a informantes clave, el análisis documental y la observación no participante. Los datos fueron analizados con el método comparativo constante, hasta la saturación teórica. Este análisis permitió profundizar en el conocimiento de una estrategia dirigida a contener a los hogares empobrecidos en una coyuntura en la que se necesita descomprimir la demanda en el mercado laboral y contener el malestar social. Este plan evidenció cómo las políticas sociales, al estipular que las mujeres sean las administradoras de las ayudas para los hogares pobres, condicionan la distribución de las tareas de acuerdo al sexo al interior de la unidad doméstica, donde se determina que las mujeres deben cuidar de los/as hijos/as y el varón, o en todo caso el Estado, deben proveer los recursos para la subsistencia. En este sentido pudimos concluir que las políticas sociales promueven el aprovechamiento del tiempo no remunerado de las mujeres, es decir aquel que dedica a las tareas domésticas y comunitarias, que se basa en la naturalización de la responsabilidad socialmente asignada como cuidadoras de sus hogares, y busca sacar provecho tanto de las “virtudes” maternales y domésticas que se supone tienen las mujeres, como de las redes de solidaridad que crean para la supervivencia. La exaltación de dichas “virtudes” como foco para atribuir eficiencia a las políticas sociales neoliberales produce un reforzamiento de la discriminación y de las relaciones desiguales tanto de género como de clase. Esta exposición pretende contribuir a un análisis crítico y feminista de los modos en que el Estado procesa las demandas de mujeres, en un contexto de límites y presiones marcado por las formas escindidas y focalizadas de intervención que realiza.