INVESTIGADORES
VECCHI Laura Gabriela
congresos y reuniones científicas
Título:
ACUMULACIONES GASIFERAS SOMERAS EN SEDIMENTOS DEL SUBSUELO MARINO DEL ESTUARIO DE BAHIA BLANCA (ARGENTINA): CONSIDERACIONES SISMOESTRATIGRAFICAS Y PALEOAMBIENTALES
Autor/es:
ALIOTTA, S.; GINSBERG, S.S.; GIAGANTE, D.; VECCHI, L.
Lugar:
Puerto La Cruz, República Bolivariana de Venezuela
Reunión:
Congreso; V Congreso Latinoamericano de Sedimentología; 2009
Institución organizadora:
Asociación Venezolana de Geocientíficos del Petróleo (AVGP).
Resumen:
La región marina costera adyacente a la ciudad de Bahía Blanca ocupa una amplia zona al sur de la provincia de Buenos Aires (Argentina). La misma presenta una costa baja, con plataforma de suave pendiente. Sedimentos areno limo arcillosos conforman una densa red de grandes y profundos canales, separados por islas y extensas llanuras de marea, que en su conjunto caracterizan la morfología general. El área contiene centros densamente poblados, como las ciudades de Bahía Blanca y Punta Alta, e importantes complejos portuarios con muelles multipropósitos y grandes plantas industriales y petroquímicas que le dan a la zona relevancia económica a nivel nacional e internacional. En el subsuelo marino de esta región costera, a pocos metros del fondo, fueron descubiertas (Aliotta et al., 2002) importantes acumulaciones de gas (“shallow gas”). En la presente investigación se analizan  sus características sismoestratigráficas, definiendo el paleoambiente sedimentario vinculado a las mismas. Como métodod de trabajo se ha utilizado sísmica de alta resolución (3,5 kHz), completándola con datos de perforaciones y testigos. La concentración de gas en los instersticios de los sedimentos genera en la registración sísmica reflexiones acústicas anómalas. En una primera clasificación general, basándonos en la configuración que poseen dichas anomalías, las mismas se exhiben como cortinas acústicas o se presentan formando sectores acústicamente turbios. En el primer caso aparece un fuerte reflector bien definido en el subsuelo, el cual marca el techo de los sedimentos con gas. Por debajo de este la recepción de la señal generalmente es nula (blanco acústico) o caótica. Este tipo de acumulación gasífera conforma bolsones acústicos, que varían en la registración sísmica desde tramos pequeños, del orden de 25 m, hasta longitudes mayores a 500 m. entre ellos pueden presentarse zonas carentes de gas, con una correcta “visualización” de la estratificación (ventanas acústicas). Por el otro lado, los sectores acúscticamente turbios se manifiestan con un reflector algo más irregular y difuso, denotando que la señal sísmica sufre una atenuación más paulatina, generando una mayor penetración y dispersión de la energía. Por ello las estructuras por debajo del techo de la acumulación de gas, en general, no quedan totalmente ocultas. Este tipo de acumulación se ha detectado en tramos mayores a 1 km. Los datos de perforaciones señalan que el sedimento portador de gas corresponde a un limo arenoso fino, de coloración grisácea, presentándose suelto o con cierto grado de compactación. Las concentraciones de gas normalmente se asocian a áreas donde la estrtificación evidencia una paleotopografía baja, distinguiéndose en algunos casos una configuración sísmica sigmoidal progradante, dispuesta sobre una superficie de discontinuidad erosiva. Esta característica sismoesttratigráfic se asocia a la antigua red de drenaje costera, representada por canales (cortes en “V”) y valles fluviales. Estos serían elementos constitutyentes de un gran paleoambiente deltaico desarrollado durante el Pleistoceno Tardio-Holoeno temprano (Aliotta, et al., 1999), antes de la última ingresión marina. El paulatino ascenso del mar durante el Holoceno produjo el enterramiento de la materia orgánica continental por sedimentos trasgresivos areno limo arcillosos. La degradación del carbón entrampado en un ambiente reductor originó la formación del gas, mientras que las facies sedimentarias del subsuelo controlaron su migración. El techo del depósito gasífero es evidenciado sismicamente como una anomalía o falso reflector estratigráfico, el cual produce un ocultamiento total (cortina acústica) o enmascaramiento parcial (sector acústicamente turbio) de la estratificación subyacente. La diferencia en la respuesta sísmica observada entre estas se relaciona con la concentración del gas en el reservorio.