INVESTIGADORES
PEREZ Maria Encarnacion
congresos y reuniones científicas
Título:
Nueva interpretación de la diversidad morfológica dentaria en roedores cavioideos euhipsodontes
Autor/es:
VUCETICH, M.G., C.M. DESCHAMPS, A.I. OLIVARES, E.C. VIEYTES Y M.E. PÉREZ
Lugar:
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, UNC, Academia Nacional de Ciencias
Reunión:
Congreso; 9º Congreso Argentino de Paleontología y Bioestratigrafía; 2006
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, UNC, Academia Nacional de Ciencias, Asociación Paleontológica Argentina
Resumen:
Los dientes de los mamíferos poseen numerosos rasgos con valor sistemático y son elementos que se preservan bien y abundantemente en el registro fósil. Por ello, la sistemática de los mamíferos fósiles, especialmente la de los micromamíferos, está basada fundamentalmente en la anatomía dentaria. En los dientes braquiodontes, las estructuras que definen la morfología oclusal están presentes desde las primeras etapas del desarrollo ontogenético y se puede prever qué cambios morfológicos se producirán en la superficie oclusal con el desgaste, (e. gr. cierre de flexos/idos, desaparición de fosetas/idas). Por lo tanto, este desgaste permite determinar el estadio ontogenético del individuo. En los dientes euhipsodontes, por el contrario, hay una permanente producción de tejido dentario, y hasta hora se suponía que el cambio morfológico de la superficie oclusal con el desgaste era mínimo (se habría perdido la “corona antigua”). Con este criterio se hacía imposible determinar el estadio ontogenético del individuo más allá de las primeras etapas de la vida extrauterina.                 La aplicación, por defecto, de estos últimos conceptos a la sistemática de los roedores cavioideos euhipsodontes fósiles, generó varias ideas sistemáticas y evolutivas discutidas solo recientemente. El caso de los carpinchos (Hydrochoeridae, Mioceno tardío - Reciente) es paradigmático: se los consideraba muy diversos, con un registro fósil imperfecto y se suponía que habían tenido una historia larga de ritmos evolutivos lentos.               En esta comunicación se presenta una síntesis de los resultados de un nuevo enfoque para valorar la diversidad morfológica dentaria, incluida la microestructura del esmalte, que presentan los cavioideos euhipsodontes y se muestran sus efectos en sistemática, filogenia y bioestratigrafía (Vucetich et al., 2005; Deschamps et al., 2005; Vieytes, 2003).             Para estudiar la relación entre la morfología y el tamaño, se efectuó un análisis de correlación entre varias medidas lineares de las estructuras dentarias. Como estimador de tamaño se usó el diámetro anteroposterior de los m1-2. Consideramos a los ejemplares pequeños como juveniles y no como especies pequeñas, lo que está apoyado por la variación de tamaño entre ápice y base de la corona (que ahora puede evaluarse correctamente con instrumental más preciso) y por otras evidencias óseas (estado de osificación, morfología mandibular, etc.). Los resultados llevaron a proponer un modelo de crecimiento ontogenético particular para los dientes de los hidroquéridos y a la descripción de trayectorias ontogenéticas para distintas especies. Los molariformes crecen en todas sus dimensiones durante toda la vida del individuo y hay un cambio constante de la morfología oclusal producida por crecimiento alométrico de algunas estructuras y creación de otras nuevas durante el desarrollo postnatal. Por otra parte, la comparación entre varias especies del Mioceno tardío permitió detectar heterocronías. La revisión de los roedores euhipsodontes de la familia Eocardiidae del Mioceno temprano – medio con este enfoque, puso en evidencia otro patrón de crecimiento, también distinto del conocido previamente. En este caso, el cambio morfológico se produce por desgaste y desaparición de estructuras existentes en las primeras etapas de desarrollo del individuo (no se habría perdido por completo la “corona antigua”). Por lo tanto, en ambos casos la morfología oclusal no es diagnóstica si no es tomada en un contexto de variación ontogenética. Por el contrario, la caracterización básicamente tipológica que prevaleció hasta hace poco daba gran importancia sistemática a las pequeñas variaciones “individuales”, sin considerar los cambios ontogenéticos. Esta nueva interpretación dio como resultado una mejor comprensión de la variación intraespecífica y una importante reducción de taxones nominales, tanto de nivel genérico como específico, así como a un replanteo de la macrosistemática de la superfamilia. En el caso de los carpinchos, en contraposición a lo supuesto hasta ahora, proponemos que tienen un buen registro paleontológico, y que su historia inicial fue corta y de ritmos rápidos. lo que permite nuevas interpretaciones biocronológicas (e. gr. el “conglomerado osífero” de la Formación Ituzaingó, representa un tiempo relativamente corto) y paleobiogeográficas (e. gr. en cada localidad solo se registra un taxón).