El depocentro Atuel de la Cuenca Neuquina: estilo estructural y control de basamento en el desarrollo triásico tardío al jurásico temprano.

LAURA BEATRIZ GIAMBIAGI; FLORENCIA BECHIS; VÍCTOR HUGO GARCÍA

Buenos Aires, Argentina

Simposio; 2º Simposio Argentino del Jurásico; 2005

Asociación Geológica Argentina - Asociación Paleontológica Argentina

RESUMEN El depocentro Atuel corresponde a un hemigraben de rumbo NNO-SSE y polaridad al oeste que se desarrolló durante el Triásico tardío al Jurásico temprano, a partir de la generación de un sistema de fallas normales. Los sedimentos que rellenan el depocentro corresponden a depósitos marinos y continentales de edad rhaetiana – toarciana, que han sido agrupados bajo las Formaciones Arroyo Malo, El Freno, Puesto Araya y Tres Esquinas. Si bien la alta compresión andina dificulta la identificación de fallas mayores del rift, la ubicación y geometría de estas fallas ha sido determinada a partir de la integración de datos de estructuras normales invertidas, presencia de discordancias sintectónicas y marcados cambios en los patrones estructurales, con estudios preexistentes de cambios de facies, de espesores y de procedencia. Asimismo, el análisis sistemático de poblaciones de fallas menores de rift y su relación temporal con la depositación de los estratos de sinrift, demostró que el depocentro sufrió  al menos dos episodios extensionales durante el Triásico tardío al Jurásico temprano. Durante el primer episodio se desarrollaron fallas normales menores con rumbo NNE-SSO; mientras que durante el segundo episodio prevalecieron las fallas normales con rumbo NNO-SSE. El grano estructural del basamento se puede apreciar en el Bloque San Rafael y en la Cordillera Frontal, cuyas rocas se encuentran afectadas por dos sistemas de fallas con rumbo NNO y ONO. El lineamiento Borbollón-La Manga marca la presencia de la falla maestra del depocentro Atuel en profundidad. La orientación NNO de dicha falla habría estado controlada por estructuras pre-existentes del basamento. Las fallas de rift orientadas al NNE y desarrolladas durante la primera etapa extensional, presentan una oblicuidad de 40º con respecto a la falla maestra y podrían estar reflejando un movimiento extensional oblicuo de dicha estructura. Lineamientos de rumbo ONO que cortarían a las fallas normales inferidas reflejan el control de las estructuras de dicho rumbo presentes en el basamento estructural del depocentro y habrían actuado como fallas de acomodación durante la primera etapa extensional. El depocentro Atuel corresponde a un hemigraben de rumbo NNO-SSE y polaridad al oeste que se desarrolló durante el Triásico tardío al Jurásico temprano, a partir de la generación de un sistema de fallas normales. Los sedimentos que rellenan el depocentro corresponden a depósitos marinos y continentales de edad rhaetiana – toarciana, que han sido agrupados bajo las Formaciones Arroyo Malo, El Freno, Puesto Araya y Tres Esquinas. Si bien la alta compresión andina dificulta la identificación de fallas mayores del rift, la ubicación y geometría de estas fallas ha sido determinada a partir de la integración de datos de estructuras normales invertidas, presencia de discordancias sintectónicas y marcados cambios en los patrones estructurales, con estudios preexistentes de cambios de facies, de espesores y de procedencia. Asimismo, el análisis sistemático de poblaciones de fallas menores de rift y su relación temporal con la depositación de los estratos de sinrift, demostró que el depocentro sufrió  al menos dos episodios extensionales durante el Triásico tardío al Jurásico temprano. Durante el primer episodio se desarrollaron fallas normales menores con rumbo NNE-SSO; mientras que durante el segundo episodio prevalecieron las fallas normales con rumbo NNO-SSE. El grano estructural del basamento se puede apreciar en el Bloque San Rafael y en la Cordillera Frontal, cuyas rocas se encuentran afectadas por dos sistemas de fallas con rumbo NNO y ONO. El lineamiento Borbollón-La Manga marca la presencia de la falla maestra del depocentro Atuel en profundidad. La orientación NNO de dicha falla habría estado controlada por estructuras pre-existentes del basamento. Las fallas de rift orientadas al NNE y desarrolladas durante la primera etapa extensional, presentan una oblicuidad de 40º con respecto a la falla maestra y podrían estar reflejando un movimiento extensional oblicuo de dicha estructura. Lineamientos de rumbo ONO que cortarían a las fallas normales inferidas reflejan el control de las estructuras de dicho rumbo presentes en el basamento estructural del depocentro y habrían actuado como fallas de acomodación durante la primera etapa extensional.