IMPACTO DE ALUDES DE NIEVE RECIENTES EN LOS MONTES MARTIAL, TIERRA DEL FUEGO, ARGENTINA

ONORATO, M. R.; CORONATO, A.; PONCE, J. F.

Neuquen

Congreso; XVIII CONGRESO GEOLÓGICO ARGENTINO; 2011

Asociación Geológica Argentina

Se estudiaron evidencias morfológicas y de campo de aludes de nieve ocurridos durante el invierno de 2009 en los Montes Martial. A efectos de este trabajo, fueron denominados: Avalanchas Bridges (54º48’49.76’’S; 68º23’23.72’’W), Martial (54º47’39.32’’S; 68º23’13.66’’W) y Dos Banderas (54º46’32.69’’S; 68º19’23.52’’W). Todas están localizadas en la ladera Sur de los Montes Martial, Cordillera Fueguina entre cotas de 700 a 900 m s.n.m., y adyacentes a la ciudad de Ushuaia, Tierra del Fuego. Para el mapeo digital de las avalanchas, se utilizó el software Global Mapper 10, con un modelo digital del terreno Shuttle Radar Terrain Model e imágenes satelitales de alta definición georeferenciadas, además se complementó con la carta topográfica digitalizada y georeferenciada. Para este trabajo se tuvieron en cuenta los datos de precipitaciones y vientos tomados por el Servicio de Información Ambiental y Geográfica (CADIC, Ushuaia) y por la estación local del SMN, ambas estaciones en cercanías al nivel del mar. Los datos de precipitaciones muestran al mes de julio como el de mayor precipitación nival durante el año 2009, con un total de nieve caída de 83.5 cm, presentando también la mayor cantidad de días con nevadas. En Ushuaia, el carácter oceánico y la incidencia de vientos del cuadrante W-SW durante todo el año definen un régimen uniforme templado frío, donde el viento es un condicionante de primer orden (Planas et al., 2000). Entre los días 25 y 28 de julio de 2009 tuvo lugar un temporal de nieve y viento con características sin precedentes en los últimos 14 años. Durante este evento meteorológico la dirección del viento fue netamente dominante del sector suroeste, alcanzando su velocidad un valor máximo el día 28 de julio, con una intensidad de 15.1-20 km/h con dirección suroeste. Se obtuvieron datos de inclinación, orientación respecto al viento, orientación respecto al sol, cobertura de bosque y rugosidad del suelo (presencia de bloques de roca, sedimentos finos, etc.), considerándolas dentro de cada una de las partes que conforman la avalancha: arranque, transporte y llegada respectivamente. Las zonas de arranque presentan altitudes máximas de 900 m, en general su orientación es sureste, la avalancha Bridges N132º y la Dos Banderas N150º, a excepción de la Martial cuya orientación es N45º. La pendiente media es de 30º, valor propicio para almacenar gran cantidad de nieve y originar importantes avalanchas (McClung et al., 1993). En los tres casos el sustrato está compuesto por detritos angulosos, aunque en la Avalancha Dos Banderas se destaca la existencia de lajas y bloques encastrados, formando un manto de detritos en equilibrio inestable. Estas ofrecen superficies de baja rugosidad favoreciendo el proceso de deslizamiento de la nieve. En el caso de la Avalancha Martial, no es posible delimitar con claridad la zona de arranque, probablemente se encuentre ubicada al noroeste del limite superior de la zona de transporte. Respecto a la zona de trayecto, las tres avalanchas presentan una morfología acanalada, con longitudes que varían entre 260 y 520 m, muestran un marcado impacto sobre el bosque, con remoción de árboles de diámetro promedio cercano a los 56 cm, aunque en el caso de la Avalancha Martial se trata principalmente de árboles jóvenes de menor diámetro. Para esta última se observan dos zonas de transporte bien diferenciadas, la zona secundaria presenta una longitud aproximada de 80 m, abarcando un área de 0.181 hectáreas. En este último caso la avalancha habría seguido el cauce de un arroyo. La zona de llegada fue identificada en las tres avalanchas con claridad. En todas ellas se observa la presencia de ramas arrastradas con diámetros promedio de 48 cm, troncos caídos de aproximadamente 58 cm, bloques de roca con tamaños alrededor de 55x30x25 cm, ramas incrustadas en árboles a 2 m de altura, cicatrices a 2.55 m de altura en árboles en pie y acumulaciones de ramas retenidas en los troncos de árboles en pie, principalmente en los bordes del límite inferior de las avalanchas. Es importante destacar que todas las zonas de transporte y de llegada, muestran impactos de aludes anteriores que, en la mayoría de los casos, no han sido registrados. Sin embargo estas antiguas avalanchas son claramente identificables en el campo debido a diferencias en la estructura forestal de las laderas contiguas. Sólo en la Avalancha Martial existen datos históricos y estudios dendrocronológicos (Mundo et al., 2007) sobre procesos previos. Las características de pendiente, orientación respecto al viento y cobertura del suelo permiten clasificarlas como avalanchas de nieve suelta, pues la morfología de las laderas es de pendientes fuertes y favorables para la formación de aludes. La Avalancha Bridges es la que presenta mayor impacto sobre el bosque, afectó a una mayor superficie 12.28 ha respecto a 9.48 ha de Martial y 6.25 ha de Dos Banderas, también arrastró bloques de mayores dimensiones que en el resto de las avalanchas estudiadas. Se puede concluir que los factores físico-naturales propicios para la ocurrencia de aludes han sido identificados en cada una de las áreas detalladas y que el disparador de los mismos es el factor climático. Los tres aludes reactivaron zonas previamente afectadas. La Avalancha Martial es la que representa el mayor riesgo geológico dado que atravesó una pista de esquí de uso frecuente; en cambio las Avalanchas Bridges y Dos Banderas no afectaron la zona actualmente urbanizada.