De territorios marginales a periferias para el disfrute: espacios de frontera y Áreas Naturales Protegidas en Patagonia Norte

VEJSBJERG, LAILA

San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro

Taller; Taller Binacional Argentino-Chileno "Araucanía-Norpatagonia: cultura y espacio"; 2010

Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio

Los sucesivos planes federales de turismo han detectado desde la década de 1960 una falta de asociatividad con los países vecinos. Desde entonces se ha utilizado en diversos planes federales de turismo y proyectos regionales, la denominación de corredor turístico o circuito fronterizo/integrado para referirse a la planificación turística en espacios limítrofes. Estas regiones borde o de frontera pueden presentar diferentes niveles de interacción desde la complementariedad hasta la competencia, de acuerdo con la lógica y la escala geográfica de las alianzas. Dichas alianzas institucionales, personales y de mercado conforman espacios de redes que encuentran su localización física en el territorio. La creación y establecimiento de circuitos turísticos transnacionales ha presentado momentos de continuidad y de ruptura, como el caso de la zona Nahuel Huapi y Puerto Varas, que pueden adjudicarse en el lado argentino a la problemática de un pasado reciente: la marginalidad de los territorios nacionales (declarados provincias en la década de 1960) que perpetúa un colonialismo interno. A modo de ejemplo, en el mapa turístico argentino actual se observa una preponderancia de corredores turísticos con orientación Norte – Sur. En la Patagonia argentina estos espacios de flujos de visitantes (turistas y recreacionistas o excursionistas) coinciden en general con la localización de Parques Nacionales, creados en un primer momento no sólo como áreas para el ocio y disfrute del ciudadano, sino como símbolos de un territorio defendido. Esta idea de marginalidad y de periferia en espacios de frontera con presencia de áreas protegidas nacionales, adquiere gradualmente un sentido positivo como “periferia para el disfrute”. La internacionalización del turismo, las mejoras en infraestructura de transporte, el incremento de la oferta de alojamiento y servicios turísticos asociados, la preferencia por experiencias de viaje en la naturaleza y el cambio en el comportamiento del visitante, la evolución del significado y rol de los atractivos para visitantes son algunos indicadores que contribuyen al posicionamiento de los circuitos turísticos transfronterizos de la Patagonia Norte como una periferia más cercana para el potencial visitante.