INVESTIGADORES
GUIDO Luciana Monica
congresos y reuniones científicas
Título:
Los Centros Tecnológicos como organizaciones intermedias en el territorio y el rol del Estado en su promoción: experiencias internacionales y locales (2020-2022)
Autor/es:
GUIDO, LUCIANA
Lugar:
Santa Fe
Reunión:
Jornada; Primeras Jornadas de Sociología del Litoral Nuevos problemas públicos y subjetividades contemporáneas; 2023
Institución organizadora:
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad Nacional del Litoral
Resumen:
Desde las ciencias sociales, los aportes al estudio de las estrategias de desarrollo territorial basadas en la formación de redes tecno-productivas -en las que participan actores públicos y privados- abordaron, en base a diversos enfoques analíticos, tanto sus características en términos de los rendimientos de escala externos a las empresas como las modalidades de gobernanza desarrolladas por cada uno.Por su parte, la literatura regional se centra en el análisis de estos territorios con el fin de realizar propuestas de políticas públicas e instrumentos económicos que permitan su promoción en espacios socioeconómicos periféricos. Así, dichos espacios territoriales en los que se desarrollan redes generadoras de dinámicas productivas han recibido múltiples denominaciones: distritos industriales (Becattini et. al., 2011), sistemas regionales de innovación (Cooke 2001), clusters (Porter 1990), polos de desarrollo (Perroux 1964), entre otras.Asimismo, desde diferentes perspectivas analizó en detalle la existencia de compatibilidades entre los intereses del sector productivo privado y el desarrollo económico territorial. En numerosas ocasiones se ha incentivado el diseño de políticas públicas destinadas a atraer empresas a un territorio, promover el surgimiento de emprendedores o fomentar redes tecno-productivas territoriales mediante la creación de zonas especiales que brindan beneficios particulares a las empresas radicadas.Otra serie de políticas públicas han tenido un carácter funcional, dado que se basan en la promoción de infraestructuras específicas -por ejemplo, Centros Tecnológicos (CT) o “servicios intensivos en conocimientos”, incubadoras, entre otras- y la prestación de servicios basados en ellas -transferencia de tecnología, asesoramiento técnico, investigación aplicada, entre otras-.Este último tipo de medidas adquiere un creciente protagonismo por el papel que los CT desempeñan para posibilitar estrategias de innovación en las Pequeñas y Medianas Empresas (PyME). Los CT pueden cubrir diversas funciones que, si bien están condicionadas por las competencias técnicas de cada entidad, también dependen de la propia demanda recibida por parte de las firmas, así como de los mecanismos institucionales y organizacionales que adopte la gestión de los Centros para canalizar tales demandas.Se parte de considerar a los CT como organizaciones tangibles y adecuadamente equipadas que tienen como principal propósito desarrollar y promover tecnología para la mejora de la competitividad de las empresas (Gutti y Herrera Bartis, 2023). Para cumplir este fin, los Centros realizan diversas actividades de investigación aplicada y transferencia junto con tareas de capacitación tecnológica. En tal sentido, se sitúan como Organizaciones Intermedias (OI), en tanto funcionan como mecanismos organizativos que reúnen a actores heterogéneos proporcionando información, dirigiendo la administración de proyectos conjuntos y coordinando actividades (Burt, 2002). Ponen a disposición de las empresas y organizaciones que carecen de recursos para invertir en I+D, diversas oportunidades para acceder a conocimientos, tecnología, experiencia y capacidades de innovación que aquellas no son capaces de producir por sí mismas (Stezano, 2011). En este esquema, las empresas se involucran en las redes de innovación a través de procesos de aprendizaje organizacional que los hacen capaces de aprender más rápido y ser más creativos en términos productivos.Los CT, en tanto OI, se presentan como herramientas relevantes para la construcción y fortalecimiento de vínculos entre el sector científico y tecnológico y el sector industrial. Los análisis de las OI como actores dinamizadores de los procesos de innovación han destacado sus capacidades cognitivas para traducir diferentes lenguajes y adaptar el conocimiento para que sea utilizado en diferentes contextos por actores con diferentes culturas, idiomas e intereses (Van der Meulen, 2003). En efecto, varios estudios sobre el desempeño de CT, en comparación con las universidades, sostienen que el factor crítico en los procesos de innovación radica en la densidad de relaciones que se establecen entre actores sociales y productivos de lo más heterogéneos (OCDE, 2011; Teirlinck y Spithoven, 2012).En países periféricos, y particularmente en América Latina, las características específicas de sus estructuras productivas son conocidas y dan marco al rol diferencial que deben ejercer las instituciones que promueven transformaciones tecno-productivas. Por un lado, estos países son adoptadores/adaptadores de las tecnologías generadas en los países centrales y difundidas por empresas multinacionales que controlan los mercados de los productos o servicios y/o la producción de insumos estratégicos. Frente a estos condicionantes, se considera clave la planificación y coordinación del Estado para impulsar la digitalización del proceso de producción, combinando políticas de promoción diferenciadas en alcance sectorial-territorial y según tipo de empresa. Entre las diversas medidas adquiere particular protagonismo la relacionada con la provisión de infraestructuras de Ciencia y Tecnología, como los CT, para fortalecer las capacidades endógenas de las PyME.Este contexto convoca a repensar respuestas estatales de política que potencien las sinergias entre la disposición tecnológica existente y los diferentes tipos de actores insertos en los entramados productivos locales y/o regionales de países periféricos. Respuestas sistémicas que contemplen las múltiples dimensiones que condicionan los procesos de aprendizaje en estos territorios. En este sentido, cobra mayor relevancia el grado de interacciones que pueda darse entre los actores, en particular respecto del rol que puedan tener las organizaciones intermedias en la difusión de nuevas tecnologías.El trabajo parte de un interrogante fundamental respecto de las alternativas y desafíos que se les presentan a países periféricos como la Argentina para impulsar procesos de innovación y nuevas dinámicas productivas. Así, se cuestiona acerca del rol de los CT como organizaciones intermedias facilitadores de la promoción de innovación en las pequeñas y medianas empresas y en el rol del Estado para promover estos procesos. Se considera que los CT, anclados en el territorio, podrían constituirse en un actor estratégico para capacitar y asistir a firmas locales en materia de innovación tecnológica. Para ello, se realiza una breve descripción de algunas experiencias internacionales de este tipo, para detenernos en el caso argentino, por medio de indagar en la iniciativa promovida por el (ex) Ministerio de Desarrollo Productivo -actualmente Ministerio de Economía-, y la Red de Centros Tecnológicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). Esta Red cuenta con CT distribuidos regionalmente. Las tareas se iniciaron a partir de una triangulación de fuentes secundarias - principalmente, documentos institucionales elaborados por algunos de los CT de la Red; prensa nacional y local, entre otras- y primarias -entrevistas semi estructuradas a autoridades de la Red de CT de ADMIRA y en profundidad en algunos de las experiencias con mayor vinculación con las PyME de su entorno entre junio 2020 y enero 2022-. De acuerdo a la perspectiva conceptual adoptada, junto con lo relevado tanto en las experiencias internacionales y locales analizadas, la proximidad geográfica constituye un punto de partida necesario para ciertas relaciones que los CT deben entablar con las PyME y el entramado institucional vinculado a su accionar, para lograr su enraizamiento en la región en que se instale. En esta línea, cabe destacar que los CT no son actores que puedan funcionar aisladamente ni cumplir todas las tareas asociadas a la identificación de la demanda de los servicios que prestan y, en tal sentido, el Estado como promotor de este tipo de iniciativas, resulta clave, especialmente para sortear la “anomia institucionalizada” (Besnard, 1987) en la que se encuentran inmersos los países periféricos.