INVESTIGADORES
WAINER Andres Gaston
congresos y reuniones científicas
Título:
La UIA como actor político durante la crisis de la convertibilidad
Autor/es:
ALEJANDRO GAGGERO Y ANDRÉS WAINER
Lugar:
La Plata, provincia de Buenos Aires
Reunión:
Jornada; III Jornadas de Sociología de la UNLP; 2003
Institución organizadora:
Universidad de La Plata
Resumen:
Tal como ocurrió con las reformas implementadas por la última dictadura militar y con la crisis hiperinflacionaria, el fin del régimen de convertibilidad marcó un punto de inflexión en las relaciones entre las distintas clases sociales y al interior de las mismas. Para comprender cómo es que se llegó a la devaluación de enero de 2002 es imprescindible estudiar el comportamiento de la burguesía argentina y los conflictos entre sus principales fracciones. La salida de la convertibilidad no fue en absoluto consensuada sino más bien el resultado de una dura puja al interior de la clase dominante en la cual un importante sector de la fracción  industrial logró imponer los principales lineamientos de política económica a seguir. Es por ello que en este artículo analizamos puntualmente el comportamiento de la burguesía industrial argentina como actor político desde el comienzo de la recesión económica en 1998 hasta los primeros meses del 2002. A partir de mediados de la década del noventa comenzaron a vislumbrase al interior de la clase dominante diferencias en torno a la política económica. A grandes rasgos podemos agrupar dos bloques con proyectos divergentes: uno liderado por el sector industrial y otro conformado por el sector financiero y las empresas de servicios públicos privatizadas. El primero adoptó una actitud cada vez más crítica hacia el modelo económico que desembocó en el proyecto devaluacionista; el segundo eligió una estrategia de profundización del régimen de convertibilidad cuya propuesta final consistió en la dolarización de la economía. Las distintas estrategias ya han sido analizadas desde un plano estructural, es decir, a nivel de las relaciones de producción, pero poco se ha estudiado acerca de cómo estas contradicciones se manifestaron en el plano político, tarea indispensable para comprender la dinámica de los procesos históricos. En este punto resulta imprescindible analizar las estrategias que se dieron las diferentes fracciones sociales para que sus proyectos económicos obtuvieran el consenso social necesario para ser implementados en un marco democrático. Trataremos de clarificar de qué forma un importante sector de la gran burguesía industrial intentó -y en gran medida logró- hacer pasar sus intereses sectoriales como los  intereses generales de la Nación. Para estudiar a la burguesía industrial como actor político debemos necesariamente tener en cuenta que esta fracción de clase en el plano de la estructura económica sólo puede manifestarse parcialmente como tal a nivel político. Es la Unión Industrial Argentina (UIA) el actor institucionalizado que se proclama a sí mismo como representante de este sector, aunque debemos tener en cuenta que esta correlación nunca puede ser mecánica. En el plano político-ideológico hablamos de fuerzas sociales que se definen en términos de conflictos reales –y la conciencia que los sujetos tengan de éstos- y no sólo de intereses de clase objetivos. A pesar que la UIA expresa en primer lugar los intereses de sus miembros –y más específicamente de sus dirigentes-, consideramos que dicha entidad empresarial es la más representativa del sector y, por lo tanto, la que mejor nos permite aprehender el comportamiento social y político de la fracción industrial de la clase dominante.