INVESTIGADORES
MORALES Marcelo Raul
artículos
Título:
Arqueología ambiental del Holoceno temprano y medio en la Puna Seca argentina. Modelos paleoambientales multi-escala y sus implicancias para la arqueología de cazadores-recolectores
Autor/es:
MARCELO MORALES
Revista:
Revista Arqueología
Editorial:
Subsecretaría de Publicaciones, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires
Referencias:
Año: 2011
ISSN:
0327-5159
Resumen:
Un concepto que ha dejado su impronta en la arqueología de las tierras altas del Norte de Chile y Noroeste Argentino durante las últimas dos décadas ha sido el del ?Silencio Arqueológico del Holoceno Medio?. El mismo fue acuñado por Lautaro Núñez y Calogero Santoro hacia fines de la década de 1980 y define al período caracterizado por un hiato ocupacional en la Puna de Atacama causado por las condiciones de hiper-aridez establecidas durante el Holoceno Medio (Núñez y Santoro 1988). Este concepto surgió, básicamente, de una generalización empírica sobre la coincidencia entre las mencionadas características ambientales y la discontinuidad en las series de fechados radiocarbónicos y en el registro arqueológico del sudoeste del salar de Atacama durante el lapso 8000-4800 AP (Grosjean, Núñez y Cartajena 2005).Recientemente, esta idea ha comenzado a ser cuestionada desde lo empírico y lo teórico. Los primeros datos en oponerse a las expectativas del ?Silencio Arqueológico? fueron los procedentes de la Quebrada de Puripica, Norte de Chile (Núñez 1992) y Quebrada Seca 3, en la Provincia de Catamarca (Aschero 1988). La localidad de Puripica presentaba características compatibles con las de un humedal durante el Holoceno Medio, conjuntamente con un profuso registro arqueológico de breves ocupaciones de esa cronología (Núñez 2006), mientras que en la vertiente oriental Quebrada Seca 3 evidenciaba una secuencia de ocupaciones que no se interrumpía durante el Holoceno Medio. Las características de la evidencia de Puripica llevaron a Grosjean y Núñez (1994) a proponer la presencia de ?refugios ecológicos? que habrían permitido su ocupación por grupos humanos durante el Holoceno Medio. En un trabajo reciente, Pintar (2009) propuso una situación similar para la evidencia procedente de Cueva Salamanca 1. En los últimos años han surgido otras localidades que también presentan ocupaciones arqueológicas, encontrándose ubicados en lugares ambientalmente heterogéneos. En consecuencia, se ha propuesto (Morales 2004, Yacobaccio y Morales 2005) que el Silencio Arqueológico parece haber sido un fenómeno espacialmente restringido al área del Salar de Atacama, mientras que en otras áreas, como la vertiente oriental de los Andes, este concepto parece carecer de potencial explicativo. Asimismo, se ha discutido el concepto de refugios ecológicos ( Grosjean y Núñez 1994) y sus implicancias en términos de patrones organizativos de los Cazadores-Recolectores del área (Yacobaccio y Morales 2005). A la luz de las nuevas evidencias, los principales defensores de este concepto han reorientado su definición y restringido sus efectos a las zonas más áridas del Altiplano, sosteniendo que en la actualidad el ?Silencio Arqueológico? debe ser entendido como ?un marco conceptual de adaptación?y no como un hiato absoluto (Grosjean, Núñez y Cartajena 2005). Sin embargo, lo que resulta indudable es que la evidencia arqueológica correspondiente al Holoceno Medio continúa siendo fragmentaria. Este hecho ha dificultado hasta el momento delinear tendencias y realizar caracterizaciones regionales confiables sobre los patrones organizativos de los grupos humanos que habitaron el área durante este período. Esta tesis lidia justamente con este problema, partiendo de la noción de que existen otras líneas de evidencia útiles a la hora de generar modelos e hipótesis arqueológicos. En buena medida esta tesis continúa los lineamientos teórico-metodológicos planteados en un trabajo previo (Morales 2004) donde se propuso que los estudios paleoambientales no funcionan exclusivamente como complemento de las explicaciones arqueológicas, brindando escenarios a los que los datos arqueológicos deben intentar acoplarse, sino como una fuente de hipótesis y modelos orientados a resolver y explicar problemas arqueológicos concretos.Partiendo de esta premisa, esta investigación se ha dedicado a generar modelos paleoambientales multi-escalas a partir del cual se derivan hipótesis o expectativas arqueológicas sobre las características de las ocupaciones humanas durante la primera mitad del Holoceno en la Puna Seca Argentina. Con este fin, buena parte de la tesis se ha dedicado a la obtención de marcos de referencia ambientales ( Binford 2001) y datos paleoambientales que constituyen la materia prima fundamental para la construcción de los mencionados modelos paleoambientales de la Puna Seca Argentina para el lapso 10.000-4.000 AP.