INVESTIGADORES
DAURELIO Lucas Damian
capítulos de libros
Título:
Innovación en el agregado de valor funcional en cultivos para consumo humano
Autor/es:
MUÑOZ, F.F.; DAURELIO, L.D.; RUIZ, V.A.; BOUZO, C.A.
Libro:
Desarrollo sostenible en el centro norte de la provincia de Santa Fe. 2. Sistemas productivos.
Editorial:
Ediciones UNL
Referencias:
Lugar: Santa Fe; Año: 2021; p. 200 - 204
Resumen:
Las tendencias en la alimentación de los últimos años indican una preferencia de los consumidores hacia productos que, además de valor nutritivo, aporten beneficios a la salud. Esta coyuntura ha permitido la generación de una nueva área de desarrollo en la ciencia, la tecnología y la ingeniería de alimentos, como así también en la nutrición, que corresponde a la de los alimentos funcionales.Dada la importancia que tienen los productos agrícolas en la dieta de la población, en los últimos años se está investigando y poniendo en práctica una novedosa forma de enriquecer los productos vegetales destinados al consumo humano, denominada biofortificación, que es definida como el proceso de incrementar la concentración de elementos esenciales para la salud en la parte comestible de los productos cosechados mediante la intervención agronómica.De esta manera, la producción y el intercambio de frutas y hortalizas a nivel mundial han tenido una alta tasa de crecimiento en los últimos años debido principalmente a las nuevas tecnologías que permiten aumentar la calidad de los productos, el desarrollo de nuevos productos o servicios con una fuerte orientación a la demanda y por el cuidado de la salud y medio ambiente.Así mismo, el incremento actual de la demanda de hortalizas en los mercados formales, en especial los supermercados, exige de una producción sostenida de productos frescos de calidad en forma semanal. Para poder responder a esa demanda los productores hortícolas orientan la producción de forma escalonada y, para contribuir al fortalecimiento de este modo de producir, se viene desarrollando en la Argentina desde los últimos 20 años la tecnología del trasplante. En consecuencia, existen empresas dedicadas sólo a la producción de plantines hortícolas capaces de atender la demanda de los productores, los cuales ven simplificada su tarea ya que solo deben realizar el trasplante. Esta metodología de iniciación de cultivos resulta en plantas con mayor uniformidad, que pueden tolerar los daños mecánicos durante las labores de trasplante y suelen alcanzar su madurez con mayor precocidad que aquellas sembradas directamente a campo.La producción de plantines ha aumentado aceleradamente debido al incremento en la especialización y a la mayor demanda por los productores. La provincia de Santa Fe participa con el 8 % de la superficie nacional cultivada de hortalizas y, según el censo Hortícola 2012 realizado por la Agencia de Extensión Rural INTA Monte Vera, más del 60 % de los productores del Cinturón Hortícola de la ciudad de Santa Fe (situado en el departamento La Capital) utiliza plantines comerciales para trasplantar. No obstante, se requieren tecnologías para ofrecer plantines con mayor tolerancia a los estreses bióticos (damping-off por infecciones fúngicas) y abióticos (salinidad y sequía) que pueden surgir durante el trasplante y que ocasionan una gran disminución en la productividad.Una de las líneas de investigación del Laboratorio de Investigaciones en Fisiología y Biología Molecular Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias (LIFiBVe) se encuentra centrada en el desarrollo de conocimientos y tecnologías de biofortificación para la obtención de productos alimenticios funcionales y consumo gourmet; mediante la innovación en la producción de alimentos con mayores propiedades nutricionales que permitirá a los productores locales no sólo revalorizar su producción sino ampliar el mercado interno cuya demanda actual de hortalizas frescas se encuentra en aumento; y además incrementar el posicionamiento del país en el comercio mundial de productos más competitivos de segunda transformación. Del mismo modo, el grupo de investigación busca reducir el daño ambiental producido por la utilización de agroquímicos para el control de plagas en plantines mediante la utilización de rizobacterias promotoras del crecimiento en plantas (PGPR por ?Plant Growth Promoting Rhizobacteria?); que son bacterias beneficiosas que tienen la capacidad de colonizar las raíces de las plantas, promover su crecimiento y actuar como antagonistas de patógenos (biopesticidas o curasemillas biológicos). Por otro lado, ha sido reportado que las PGPR aumentan la tolerancia a situaciones de estrés abiótico por salinidad y sequía. Los géneros más estudiados son Bacillus, Azospirillum y Pseudomonas; sin embargo, los Bacillus, por ser formadores de esporas, tienen mayor viabilidad en el tiempo, siendo los elegidos para formular productos comerciales.