La no obligación a declarar contra uno mismo

JOSÉ MILTON PERALTA

Tratado de los Derechos Constitucionaes

Abeledo Perrot

Año: 2014; p. 399 - 439

El derecho a no autoincriminarse se encuentra hoy reconocido en cualquier sociedad civilizada. Su existencia no se discute, pero sí cuál es su alcance. ¿Abarca solo declaraciones con contenido comunicacional, como lo es paradigmáticamente una confesión, o abarca también cualquier conducta que pueda incriminar a quien la realiza, como, por ejemplo, la extracción de sangre? Este derecho, ¿se obtiene desde que el imputado se encuentra formalmente sindicado como sospechoso, como sucede en las declaraciones indagatorias, o a partir de cualquier momento en que su conducta pueda autoincriminarlo frente la autoridad, como pasa, por ejemplo, en un control callejero a alguien se comporta sospechosamente? Estas discusiones tienen lugar hoy en un contexto de cierta anomia porque no se ha especificado lo más importante: cuál es el fundamento material de este derecho. En el trabajo, en primer lugar, se realiza un análisis de este aspecto, para luego, con apoyo en estas conclusiones, proponer una solución a cuestiones más difíciles.