Carácter normativo de la dogmática penal y reconstrucción de conceptos

JOSÉ MILTON PERALTA

Derecho penal y democracia. Desafíos actuales

Mediterránea

Año: 2011; p. 237 - 255

La dogmática contemporánea se describe a sí misma como una ciencia de carácter prescriptivo. Esto significa que sus conceptos no se determinan, simplemente, conforme al uso del lenguaje, sino, antes bien, de acuerdo a fines político criminales que legitiman el castigo. El objetivo del trabajo es mostrar el procedimiento que debe seguirse dados aquellos presupuestos para reconstruir conceptos. En concreto, en primer lugar, la definición del significado de las palabras no debe ser el primer paso a dar en una investigación de este tipo, pues no existe una definición pre-normativa que pueda ser decisiva. Por el contrario, lo que es relevante es qué pueden significar las palabras a la luz de ciertos principios político-criminales. Una de las consecuencias posibles de esto es que no se encuentre ninguna acepción aceptable, de tal modo que su consideración dentro del derecho penal debería considerarse censurable. Esto a veces se encuentra excluido de antemano por la dogmática, lo cual parece esconder un positivismo jurídico incompatible con una ciencia prescriptiva. Demuestro esto con diversos ejemplos. Finalmente, empleando a través del análisis relevancia de los motivos para el derecho penal, destaco que, conforme a los presupuestos de este modo de analizar el Derecho, el concepto final puede ser notablemente diverso del ordinario. En este sentido, no puede resultar sorprendente que estos resulten definidos como algo objetivo, pues la normativización del concepto requiere rescatar de la concepción vulgar sólo aquello que resulta jurídico penalmente relevante. Tal como ocurre cuando se defiende que es posible la tentativa con dolo eventual (i.e. literalmente, que se puede intentar sin tener intención), no existe ningún inconveniente en afirmar que los motivos, en derecho penal, son algo objetivo. Lo que se ha hecho en este caso es normativizar el concepto rescatando de los motivos lo único que puede ser penalmente relevante. Por supuesto, la dogmática que se autodefine como normativa no siempre sigue estos pasos, lo que oscurece verdaderas tomas de postura sobre problemas de carácter prescritivo bajo el manto de una descripción aséptica de ciertos elementos, tal como lo hacía la vieja dogmática conceptualista.