INVESTIGADORES
RIEZNIK Marina Andrea
congresos y reuniones científicas
Título:
Medir y coordinar el tiempo eléctrico en la Argentina. Astrónomos, estadistas, relojes y alambres
Autor/es:
RIEZNIK MARINA
Lugar:
Santa Fe
Reunión:
Congreso; XVII Congreso AFRA; 2015
Institución organizadora:
AFRA
Resumen:
Hacia fines del siglo XIX diversas disposiciones legales apuntaban a unificar la hora nacional mediante señales telegráficas. Quienes intentaban medir el tiempo para sincronizar las horas locales decían basarse en la necesidad de coordinar actividades distantes. Como mostré en otros trabajos la historia por la que se llega a un territorio argentino temporalmente organizado es parte del camino de unificación espacial y administrativa del Estado Nacional. El director del Observatorio de Córdoba y el de La Plata participarían en las redes sociales de los que intentaban el ajuste de la hora nacional. En 1894, cuando finalmente el Poder Ejecutivo Nacional establece la hora unificada, lo hace con relación a la hora dictada por el Observatorio de Córdoba.Pero antes que eso, las preguntas de este artículo son cómo las tecnologías usadas en el trabajo astronómico repercutían en las imágenes y técnicas propuestas por los estadistas de las época, en este caso en torno a la sincronización territorial, y viceversa, cómo las imágenes y técnicas necesarias para las amplias transformaciones sociales de la época impactaban en los objetivos que se ponían los directores de los observatorios en el desarrollo de sus actividades y en la construcción de sus objetos científicos y campos de investigación. Las implicancias generales de estas preguntas nos remiten no sólo a problemas históricos de la constitución de los saberes estatales en relación a las destrezas de los astrónomos, sino que también abre canales a cuestiones epistemológicas sobre la naturaleza de las prácticas científicas.En primer lugar el análisis se basará en un conjunto de fuentes que muestran las actividades en los observatorios astronómicos argentinos financiados con fondos estatales, provinciales o nacionales. Específicamente se atenderá a las acciones ligadas a cronometrar los trabajos científicos o bien a otras prácticas por las que los directores usaban, ajustaban, creaban y proponían diversas tecnologías y metodologías para la medición del tiempo utilizando alambres telegráficos. Para ello deben ponerse los observatorios locales brevemente en su contexto internacional.Se retomará el trabajo de Jimena Canales que investiga el devenir de las tecnologías asociadas a la posibilidad de fraccionar al segundo en diez partes. Mientras el minutero del reloj aparece alrededor del 1600 y el segundero aparece algo más tarde, sólo en la segunda mitad del siglo XIX aparecen los relojes capaces de registrar una décima de segundo. Estas tecnologías, que eran usadas en los observatorios de entonces son asociadas por Canales a la emergencia de los que ella llama el ?microtiempo? haciendo un paralelismo con la historia previa del surgimiento de un ?micromundo?, mediado por tecnologías microscópicas. En torno a las preguntas que son respondidas midiendo décimas de segundos durante el siglo XIX- que van desde los laboratorios de fisiología a los observatorios astronómicos pasando por los laboratorios de psicología experimental- Canales está apuntando a una cuestión más amplia que es la de desentrañar cómo es que los científicos terminan siendo capaces de instalar a la medición, en este caso de décimas de segundos, como una forma de conocimiento distinto y superior a otros tipos de conocimientos. La pregunta es válida para este trabajo, reformulada en torno a cuánto tuvo que ver la insistencia denodada de los directores de los observatorios astronómicos por coordinar las actividades en sus institutos por medio de cables telegráficos, hasta lograr precisiones que rondaban las décimas de segundo en algunos casos, buscando ensamblar actividades realizadas por personas diferentes en distintos momento y lugares, con el intento de la misma época de coordinar las actividades de todo el territorio nacional.No obstante, la otra cara de la misma cuestión es dirimir cuánto tuvo que ver la continua transformación de los procesos de trabajo en el mundo industrial y las transformaciones geopolíticas del siglo XIX, con esa obsesión de los científicos por la medición de actividades disímiles. Simon Shafferr ha señalado tanto para el caso de la historia de los observatorios como para el caso de las primeras máquinas de calcular, cómo se imbricaban los procesos de control y disciplinamiento del trabajo en la gran industria británica, con las ideas que los hombres de ciencia iban tejiendo respecto a cómo desarrollar sus propias actividades. Es decir, por un lado, tal como nos cuenta Canales, son los hombres de ciencia de la segunda mitad del siglo XIX los que empiezan a usar tecnologías de medición de tiempos muy cortos al dejar de creer en la instantaneidad de la transmisión nerviosa, así en sus experimentos dan cuenta de que existe una velocidad en esta transmisión e intentan medirla. Pero por otro lado, la ocurrencia al respecto por parte de los científicos, no debe estar desligada de las grandes transformaciones que los procesos industriales implicaban, en donde la energía humana de los trabajadores, y por tanto sus impulsos nerviosos empezaba a estar mediados cada vez más por cíclopes mecánicos que potenciaban las transmisiones de sus cuerpos promoviendo transformaciones materiales de magnitudes antes impensadas. No casualmente, es de esta época también el señalamiento de Canales de que los científicos que investigaban las décimas de segundos trataban cada vez más a los sentidos como instrumentos y cuando más difuso se hacía el límite de la percepción entre los experimentadores y sus propios instrumentos. Canales dice a propósito de estos hombres que ellos estudiando efectos magnéticos y gravitacionales, luz, electricidad y sonido, llegaron a denominarlos como ?the invisible telegraph used by nature?. Se mostrará aquí cómo la metáfora iba de un lado al otro: las redes telegráficas eran por su vez descriptas como los nervios eléctricos de los territorios nacionales.Finalmente se atenderá a los discursos de quienes alegaban que se debían sincronizar los horarios del territorio nacional por medio del telégrafo y en particular a su relación con las redes de quienes utilizaban las tecnologías de medición y transmisión del tiempo unificado. A lo largo de todo el trabajo aparecerán implicadas, entre otras cuestiones, las tecnologías telegráficas y de relojería; las transformaciones en el mundo del trabajo que hacían que se planteara como necesidad el control minucioso de los tiempos y ritmos laborales; los intentos de establecer las longitudes mapeando los territorios nacionales. Este cruce de relaciones sociales, prácticas científicas, tecnologías y transformaciones materiales permitirá vislumbrar mejor la relación entre el ?tiempo eléctrico? - que se percibía recorriendo la Argentina del siglo XIX - y los nuevos campos de indagación científica que se abrían en los observatorios