Turismo, migraciones y ciudadanía

DE ORTÚZAR

Río Gallegos

Jornada; Primeras Jornadas Internacionales de Turismo; 2020

UNPA

En el mundo globalizado actual los movimientos migratorios se entretejen con los turísticos de formas diversas (espaciales, culturales, políticas y legales), exigiendo la implementación de políticas públicas con una mirada ética y social. En una primera aproximación, se trata de prever los fenómenos culturales, económicos y sociales del flujo del turismo y las migraciones que hacen al respeto de la ciudadanía plena en el marco de la diversidad cultural. Las normas migratorias y las normas turísticas comparten responsabilidades éticas y sociales. La Ley de Migraciones 25.871 y su Decreto Reglamentario de Argentina reconoce el derecho migratorio en Argentina, y los correspondientes derechos de ciudadanía social (derecho a la salud, derecho a la educación, derecho al trabajo, entre otros). La ley Nacional de Turismo 25997 como el Código Ético de Turismo Internacional reconoce la responsabilidad social y la necesidad de protección del vulnerable, fomentando el turismo social. Si nos retrotraemos en la historia, los movimientos migratorios han ido variando desde las migraciones internacionales que conformaron el ?crisol de culturas? en Argentina; pasando por las constantes migraciones internas golondrinas por trabajos estacionarios, como ocurre en la Patagonia; hasta las actuales migraciones regionales de países latinoamericanos y países vecinos en busca de mejores condiciones de vida y posibilidades de estudio. Cuando dichas condiciones de vida son alcanzadas y cuando son reconocidos los derechos de ciudadano pleno, comienza la retroalimentación del turismo, generándose el flujo de visitantes y siendo posible gestionar localmente el turismo interno e internacional promoviendo circuitos y mejorando los ingresos de los trabajadores (viajes de retorno a la tierra, flujo de visitantes de familiares y amigos, viajes históricos y culturales, festivales migratorios y culturales, entre otros). No obstante, en la vinculación entre viajes, turismo y migraciones existe otra cara oculta de la misma moneda. Se plantea un problema ético y social que no puede ser ignorado: la negación fáctica de la ciudadanía (derechos civiles, económicos, sociales, políticos y culturales) a un creciente número de trabajadores extranjeros que ingresan como turistas a nuestro país y son sometidos a relaciones esclavistas en su condición de indocumentados. La asimetría social entre ellos y los nacionales es consecuencia no sólo de la vulnerabilidad jurídica de los inmigrantes (no acceden a los tres tipos de derechos ciudadanos: civiles, políticos y sociales, Kymlicka y Wayne 1997, Pereyra 2005); sino que es producto de una larga historia de desigualdad económica, social y étnica (Pizarro 2009a). Esta cara oculta de la vinculación de turismo y migraciones exige analizar con prudencia el fenómeno desde un enfoque ético y social. El objetivo del presente trabajo es estudiar el problema de la sub ciudadanía fáctica (extranjeros no documentados) generado por la falta de políticas públicas en la zona gris de migraciones y turismo. La metodología elegida para esta investigación consiste en el análisis documental, bibliográfico y comparativo de normativas y políticas públicas. Se trata de desmenuzar el fenómeno de sub ciudadanía fáctica dada por la cara oculta de las migraciones y turismo desde una mirada ética y política que incluya el estudio de poder, el género, la discriminación, el racismo, la interculturalidad. Nuestra propuesta final se centrará en la exigencia de políticas públicas que promuevan el respeto de derechos humanos y la diversidad cultural para el reconocimiento de los derechos de ciudadanía plena en nuestro país.