Las dimensiones perdidas del MERCOSUR

DE ORTÚZAR MARÍA GRACIELA

Cuaderno de Trabajo Nro.55, Instituto de Integración Latinoamericana, UNLP

FUNIAL/ Instituto de Integración Latinoamericana, UNLP

Lugar: La Plata; Año: 1993 vol. 00 p. 1 - 12

RESUMEN Nuestro objetivo es analizar el tipo de modelo que supone el Mercosur, clarificando las dimensiones no desarrolladas o descuidadas por el mismo. A través del análisis de discursos políticos, información periodística, documentos, tratados y planes, queremos dejar sentadas las carencias del llamado "modelo de integración".(Mercosur).Para ello es necesario explicitar qué entendemos por integración y cuál es nuestro punto de partida o supuestos de la investigación..Integrarse no es yuxtaponer regiones ni mercados. La integración exige el esfuerzo solidario de los países y la voluntad política de los gobiernos de concretar un proceso de desarrollo y crecimiento equilibrado en una determinada región. La proximidad geográfica (abaratamiento de costos de transporte), los intereses y valores comunes (identidad cultural), la voluntad política autónoma de los países que con sacrificio intentan coordinar las políticas esconómicas en beneficio de todos los sectores (trato preferencial) y el marco legislativo e institucional apropiado son - todas ellas- condiciones necesarias para la existencia de un esquema de integración. No puede privilegiarse ni descuidarse una dimensión por sobre las otras. Todas ellas son necesarias pero no suficientes por sí mismas. La coordinación y planificación son necesarias en países tan heterogéneos (asimetrías nacionales y regionales). Tales asimetrías no deben ser descuidadas. Peo, ¿cómo integrarnos sin un marco jurídico adecuado, sin órganos supranacionales que para  el ejercicio del derecho comunitario?;¿Como integrarnos si la voluntad política queda reducida a los intereses de los gobiernos de turno, y no a la participación democrática y popular de toda la sociedad?/ El desarrollo económico latinoamericano solo puede lograrse a través de la participación consciente y responsable del pueblo en el proceso de integración. La incorporación de tecnologías, la modernización de nuestras economías, el aumento de la producción y de la capacidad de comercialización de los productos en el mercado internacional, son factores que permitirán nuestro desarrollo autónomo siempre que el mismo no quede librado al azar. Los desequilibrios estructurales exigen una política solidaria acorde a la realidad. El Estado debe intervenir como regulador de estas situaciones. Garantizar la educación y el intercambio de información, bienes culturales y profesionales es la obligación -hoy en día prioritaria- de todos los Estados latinoamericanos. Nuestro país tiene un potencial de capacidad tecnológica aun no desarrollada. . La coordinación de la investigación entre los países latinoamericanos permitiría diversificar la misma .Sólo en la medida en que tomemos consciencia de nuestro sentimiento de pertenencia a la región, de nuestros valores culturales, de nuestros intereses comunes para el desarrollo, sólo así podremos emprender -todos juntos- el camino de la integración. Los medios masivos de comunicación, las escuelas, las universidades, son instrumentos validos para la concientización de lo que significa el proceso que estamos viviendo. Favoreciendo la participación se favorece la integración.