PERSONAL DE APOYO
BRENTA Noemi Liliana
capítulos de libros
Título:
El FMI y la Argentina en los años ’90: de la hiperinflación a la hiperdesocupación
Autor/es:
BRENTA, NOEMÍ; RAPOPORT, MARIO
Libro:
Los guardianes del dinero. Las políticas del FMI en la Argentina
Editorial:
Norma
Referencias:
Lugar: Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Año: 2003; p. 67 - 110
Resumen:
La relación entre Argentina y el FMI en los ’90 cobra cabal significado a la luz de un proceso histórico iniciado a mediados de la década de 1970 y sustentado en un neto predominio de los movimientos de capital sobre el sistema productivo a nivel mundial. Un proceso que dio lugar a burbujas especulativas y crisis financieras de distinto tipo, como la crisis de la deuda de los países latinoamericanos en los años ‘80, la de Wall Street en 1987, la de Méjico y los países del sudeste asiático desde mediados de los ‘90 y, luego en olas sucesivas, las de Rusia, Brasil y la Argentina, entre otros. Estas crisis hoy tocan directamente el corazón del sistema, con la caída de la llamada nueva economía, las quiebras fraudulentas de grandes empresas norteamericanas y europeas, y el comienzo de la recesión en los EE.UU. La lógica original, enmarcada claramente en los preceptos del Consenso de Washington, y de la cual organismos financieros internacionales, como el FMI, son difusores ideológicos y corresponsables, consistió en la extracción de renta financiera (garantizada por esos organismos) de los países pobres o en desarrollo, cuyas clases dirigentes se sumaran a ese juego y contaran con gobiernos que lo impusieran por la fuerza, como las dictaduras militares latinoamericanas, o más tarde, a través de democracias corruptas, con líderes dispuestos a venderse al mejor postor o a seguir fielmente los dictados de esos organismos. En ese largo período de financiarización de la economía mundial, que en Argentina avanzó sin mayores cuestionamientos hasta su eclosión en diciembre de 2001, el FMI actuó regularmente como representante y auditor de los bancos internacionales, con poderes para prestar dinero a los países o negarlo, de acuerdo a la conveniencia de la comunidad financiera internacional, y también de presionar para la adopción de políticas que favorecieran sus intereses.