Marginalidad y derrota en la construcción francesa del "buen salvaje" (S. XVI- XVIII)

MARTINEZ, CAROLINA

Viena

Congreso; 54 Congreso Americanista Internacional; 2012

Universidad de Viena

El mito del buen salvaje, lejos ser entendido exclusivamente como la figura retórica a partir de la cual en el siglo XVI las naciones protestantes lucharon contra España y justificaron un mejor cuidado del otro, debería considerarse también el producto de la propia debilidad de estas naciones que, participando tardíamente de la expansión ultramarina y muchas veces encontrándose a merced de las poblaciones en los territorios descubiertas, articularon un discurso en el que la figura del otro fue resaltada y ocultados los fracasos y desavenencias. En este sentido, bien podría decirse que en instancias y áreas de dominio marginales o en flagrante quebrantamiento de los pactos establecidos como pudieron ser los intentos de ocupación franceses en los márgenes del imperio portugués y español, los calificativos de bárbaro y civilizado se volvieron categorías ambiguas que permitieron rearticular un discurso de la derrota donde el hallazgo de seres "nobles" justificaba una experiencia de otra forma deshonrosa y estigmatizante. Será ese el caso de Francia, que a partir de los infructuosos intentos de la Corona por establecer una colonia en la Bahía de Guanabara articulará, a través del pastor hugonote Jean De Léry y luego Montaigne, la figura de un otro digno de emulación y respeto. En los siglos siguientes, la accidentada expansión ultramarina francesa tendrá como corolario en el pensamiento filosófico contemporáneo, el profundo desarrollo del tópico del buen salvaje y con él, la discusión acerca de las bases sobre la que debiera o no fundarse la sociedad. Con exponentes de la talla de Montaigne y su ensayo Sobre los Caníbales para el siglo XVI, pero también del Barón de Lahontan y sus Diálogos en el siglo XVII o, a mediados del siglo XVIII, Bougainville y Diderot y sus Voyage autour du monde y Supplément... respectivamente, se propone contextualizar la construcción francesa del mito del buen salvaje con las motivaciones y contingencias que la Corona encontró en la concreción de sus distintos proyectos de exploración y conquista. En función de lo antedicho, las categorías de lo "noble" y lo "salvaje" deberán ser estudiadas entonces en sus múltiples significados y funciones.