El trabajo y lo político. Cruces y excedencias

ALDO AVELLANEDA

Resistencia, Chaco

Encuentro; XII Encuentro Regional de Filosofía “Filosofía y Sociedad”; 2010

Facultad de Filosofía, Universidad Nacional del Nordeste

p { margin-bottom: 0.21cm; } El acercamiento que propongo sobre la cuestión del trabajo, más que sobre sus perspectivas actuales, se encuentra en una relación más estrecha tal vez con las condiciones actuales de ciertos abordajes de la filosofía política contemporánea y la situación del trabajo en ellas. Tal como lo postulan una serie de planteos, en las sociedades industriales el trabajo por vez primera excedió los ámbitos del fuero privado y comenzó a ser objeto de atención para definir variables macroeconómicas (uno de los mercados cuyo “comportamiento” se observa en forma constante es precisamente el mercado de trabajo), formas de organización colectiva, estrategias de lucha y resistencia, etc. Esta intervención se propone indagar en qué sentido lo que ocurre en relación al trabajo (y por ahora lo entendemos como la organización que se dan los hombres para darse sus medios de subsistencia), resulta relevante para un pensamiento de lo político. Y esto a través del interrogante acerca de qué del trabajo ha sido objeto de lo político, por dónde ha pasado en lo sucesivo la articulación entre la acción política y la esfera del trabajo. ¿Es el trabajo blanco de las acciones políticas cuando el estado planifica, diagrama e instrumenta políticas gubernamentales para bajar las tasas de desempleo?, ¿lo es cuando se desarrollan estrategias de lucha por parte de los trabajadores y sus asociaciones para elevar los salarios? ¿Qué del trabajo como tal, es decir, de esa transformación de lo humano en factor productivo es puesto como objeto de una acción política en estos casos? Se podría pensar a partir de estos interrogantes que aquí se sostiene una posición maximalista por la cual, y en tanto no se ponga en cuestión el modo de organización capitalista lo que en todo momento se estaría discutiendo no sería otra cosa que niñerías. Desde ya que esa no es la posición adecuada, claro. Sin embargo la pregunta insiste... y resiste.