INVESTIGADORES
AVELLANEDA Aldo Nicolas
congresos y reuniones científicas
Título:
Sindicatos, acción colectiva y configuración identitaria. Corrientes entre octubre de 1998 y abril de 1999
Autor/es:
ALDO AVELLANEDA
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Congreso; Primer congreso de Protesta Social, Acción colectiva y Movimiento Sociales; 2009
Institución organizadora:
Universidad de Buenos Aires
Resumen:
p { margin-bottom: 0.21cm; } El presente trabajo resulta ser la profundización de uno de los aspectos de un estudio de mayor alcance que estuvo destinado a indagar en la conformación de identidades políticas en la llamada “crisis del 99” en la provincia de Corrientes. Para su realización se ha contado con una beca de pre-grado efectivizada en el Centro de Estudios Sociales dependiente del Rectorado de la Universidad Nacional del Nordeste y ha servido de tesina de graduación para la Licenciatura en Comunicación Social.En relación a los numerosos estudios de que ha sido objeto el movimiento de autoconvocados en la crisis correntina de 1999, las posiciones adoptadas por los sindicatos en el periodo precedente no han corrido con la misma suerte. Ante tal situación, aquí se intenta delimitar el tipo de intervención de los sindicatos en un periodo que va de octubre de 1998 a mayo de 1999. Dentro de las manifestaciones de esta intervención se hace hincapié en la caracterización que se hizo de la crisis, específicamente en su construcción socio-simbólica, así como en la manera en que el colectivo sindical se “armó” para dar cuenta de ella. En un tercer momento se realiza, a través de una descripción del campo político-discursivo en los meses de abril y mayo de 1999, las circunstancias en las que se produce la emergencia de Autoconvocados y su relación con la acción llevada a cabo por los sindicatos durante los seis meses anteriores.En el análisis se distinguen dos periodos en donde tanto la construcción que se hace de la crisis como objeto discursivo, así como la clausura de un nosotros sindical, cobran matices diferentes. El primer caso, denominado Tiempo I, abarca los meses de octubre y noviembre de 1998, el Tiempo II refiere a los meses de marzo y abril del año siguiente.En un primer momento (octubre – noviembre de 1998), el objeto discursivo crisis fue alineado en torno a los planos negatividad con los que se entendían aquellas posiciones ubicadas en el gobierno (por ello no se trataba solamente de una crisis económica, sino también moral e institucional), existía una relación de sinonimia entre las atribuciones que caracterizaban a este “ellos” ubicado en el gobierno y la crisis. En este periodo además, el conflicto queda restringido sobre la esfera de un Nosotros delimitable y diferencial (los trabajadores estatales) es decir, no se supone el reagrupamiento de las posiciones “intermedias” (aquellas situadas por medio de los significantes Pueblo, Sociedad, Gente).Todo esto guarda relación con la especificidad del movimiento sindical (periodicidad, y características de las protestas) durante los meses de octubre de 1998 a enero de 1999.Ya para marzo y abril de 1999 – momento de irrupción de los autoconvocados – el discurso sindical había dicotomizado el espacio social correntino, tomando a la crisis como criterio-frontera de división, los que la padecían y los que la provocaron, identificando con el último caso a las posiciones del gobierno. La relación entre el objeto crisis y el “ellos” ya no era de complementariedad o sinonimia, sino de causalidad. Debido a esto, la posición de sujeto “trabajadores” perdió el carácter diferencial que lo había caracterizado en el Tiempo I, ya que pasó a ser uno más de los afectados por la crisis.Se habían estructurado así las bases de un proceso de identificación políticamente popular, dividiendo la heterogeneidad de lo social en dos polos: pueblo y poder.¿no se correspondían, según criterios de diferenciación sociológicos, los actores participantes de las protestas sindicales con aquellos que pasaron a formar parte del movimiento autodenominado “Autoconvocados”?, ¿cuál es la distinción, desde una perspectiva política, que allí se realiza entonces?, y en todo caso, ¿cuál es el imaginario que queda actualizado?, ¿cómo es que del nosotros socia-simbolico, delimitable y diferencial, se produce en ciertos casos la “universalización” de los movimientos?