INVESTIGADORES
VERA Paula
congresos y reuniones científicas
Título:
Imaginarios y representaciones sociales de la informalidad y las desigualdades territoriales en ciudades globales. El caso de la feria “La Salada” en Buenos Aires
Autor/es:
SCHIAVO, ESTER; DOS SANTOS NOGUEIRA, CAMILLA; VERA, PAULA
Lugar:
Belo Horizonte
Reunión:
Seminario; XII Seminario Internacional RII; 2012
Resumen:
La urbanización creciente, tanto como la globalización y la vertiginosa informacionalización constituyen macro procesos que caracterizan la época actual, los cuales van promoviendo diversas transformaciones en distintos ámbitos. Desde una perspectiva histórica se observa que las ciudades, lejos de ser meros escenarios, son actores claves del desarrollo de sus sociedades, por ende, particularmente las ciudades metropolitanas, emergen como lugares privilegiados para el análisis de las señaladas transformaciones. En este trabajo interesa acotar el universo a las metrópolis latinoamericanas, entre las cuales, de acuerdo a la mirada de Saskia Sassen, se verifican ciudades globales. En efecto, según esta autora, México DF, San Pablo y Buenos Aires son las metrópolis que concentran el mayor poder político y económico de la región, tanto material como simbólicamente. Ahora bien, cabe aquí preguntarse por los modos de localización de la globalización en dichas metrópolis latinoamericanas. La misma autora señala que la informalización es uno de ellos. Al respecto destaca que esta modalidad no sólo constituye una manera de producir y distribuir bienes y servicios con mayor flexibilidad y menores costos, lo que a su vez devalúa aun más este tipo de actividades; si no que también capta de manera preferencial como fuerza de trabajo, a los actores sociales menos favorecidos de dichas ciudades, como son los inmigrantes, las mujeres y las personas excluidas del mercado laboral formal. En América latina la informalidad es un rasgo creciente y constituye, a su vez, un problema muy amplio y complejo. La incapacidad del sector formal para absorber mano de obra desempleada, tanto como la reducción de costos, tiempo y esfuerzos que implica el no registro formal y la búsqueda de sistemas de producción más flexibles en el contexto de la globalización, revelan distintas maneras de comprender la problemática de la informalidad. Asociadas inicialmente a la marginalidad y a la economía de subsistencia en los países de menor desarrollo, las actividades informales persisten y se manifiestan en nuevas formas que, como es sabido, son funcionales al sector formal y exceden a las actividades económicas. No obstante, cualquiera sea el tipo de actividad informal, esta se caracteriza porque sucede al margen de las leyes, normas y políticas que regulan a la sociedad. Este criterio de legalidad es útil a los fines de diferenciar conceptualmente lo formal de lo informal, sin embargo, su constatación empírica no siempre resulta sencilla. Por otra parte, la informalidad está actualmente asociada a los movimientos transfronterizos de bienes y personas favorecidas por la apertura comercial y financiera característica de la globalización. Lo cual remite al concepto de frontera pero, a su vez, al de red; al igual que al concepto de límite, asociado al de intercambio. En suma, podría decirse que la informalidad trae consigo un nuevo concepto de frontera, en lo referido a las fronteras políticas que limitan las competencias territoriales de los estados nación, a las que podría denominarse preliminarmente fronteras difusas. Paralelamente, en las metrópolis latinoamericanas se verifican otros procesos que hacen a las formas de desarrollo urbano. Por una parte, se observa la proliferación de áreas centrales, en las que se cotejan fuertes inversiones privadas en el mercado inmobiliario y a las que se suman los malls y shopping centers, contribuyendo a la ruptura del modelo impuesto por las leyes de Indias, en el cual la ciudad se organizaba a partir de un centro único. Por otra parte, se ocupan las periferias urbanas con lógicas contrapuestas. Así, en un extremo se encuentran los lugares que reciben fuertes inversiones privadas destinadas a emprendimientos productivos o residenciales, que reproducen las formas de producción de las áreas centrales, en el sentido de construcción de espacios urbanos privilegiados por el mercado. Y, en el otro extremo, emergen lugares que reciben inversiones privadas de distinta magnitud para emprendimientos también relacionados con actividades productivas o residenciales, pero con formas emergentes de ocupación o deconstrucción del espacio periurbano. En otras palabras, podría hablarse de la construcción de nuevas áreas de frontera entre lo formal y lo informal. De todos modos, el conjunto de estos procesos remite a la noción de fragmentación del espacio urbano, no al de su articulación o integración. Finalmente, no puede dejar de mencionarse la informacionalización o integración creciente de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en el conjunto de las actividades urbanas, lo cual trae como consecuencia el surgimiento de un nuevo espacio tiempo, el espacio de los flujos de acuerdo a Manuel Castells, que usa esta denominación para diferenciarlo del espacio geográfico, o de los lugares, en sus palabras. Hace más de una década, el mencionado autor, planteaba que las TIC traían consigo una nueva dualidad urbana, la que conecta mediante redes de última generación a los fragmentos urbanos privilegiados por el mercado en distintas ciudades del planeta, al tiempo que aísla en el espacio geográfico a aquellos otros fragmentos que no pueden trascender las relaciones próximas por carecer del acceso material a estas tecnologías o por acceder a estadios tecnológicos de generaciones anteriores. Ahora bien, en el contexto del problema planteado, es decir, el de las actividades informales asociadas con la fragmentación urbana, el surgimiento de distintos tipos de fronteras y movimientos transfronterizos que se verifican en metrópolis latinoamericanas; el objetivo del presente trabajo es identificar y analizar los imaginarios y representaciones sociales de la informalidad y las desigualdades territoriales, con un doble propósito: por una parte, para comprender el lugar que ocupan estos aspectos en la imagen de ciudad que poseen los propios ciudadanos y por otra, para aportar elementos que contribuyan a reflexionar sobre las fronteras y espacios emergentes. A tal fin se seleccionó el caso de la feria “La Salada”, ubicada en la periferia de la metrópolis de Buenos Aires y considerada el mercado de venta ilegal más grande de América latina, tanto por el volumen del negocio como por su precariedad respecto a la normativa fiscal y legal vigente (Comisión Europea, 2006; United States Trade Representante, 2007). Trabajos anteriores (2007, 2010, 2011) permitieron constatar que en La Salada la informalidad hace referencia a múltiples aspectos. Es decir, no se acota a las condiciones laborales precarias de los trabajadores, tanto de los talleres y fábricas que la proveen como de vendedores ambulantes y cuentapropistas relacionados con las mismas; sino que también abarca, entre otros aspectos, la ubicación y organización de su predio ferial de 20 hectáreas, las condiciones de acceso y los horarios de funcionamiento. Sus inicios remiten a principios de la década del 90, a la comunidad boliviana, a lo clandestino y a la lógica de subsistencia. Con el tiempo se fueron incorporando actores de otros orígenes y con otras dinámicas y así, la feria fue creciendo. En efecto, el avance de anteriores investigaciones permitió constatar que hoy La Salada es un sistema productivo y comercial que ha ido formalizando buena parte de sus actividades, no obstante la impronta de lo informal continúa caracterizándola. Por otra parte, ya no se acota a su predio ferial sino, por el contrario, se expande en Buenos Aires, en uno de los fragmentos privilegiados por el mercado, el barrio de Puerto Madero, tanto como en otros fragmentos que no lo son, mediante ferias más pequeñas conocidas como “saladitas; así como en el espacio virtual mediante múltiples y variadas iniciativas. Y, en cuanto a los actores concernidos, a los de origen boliviano se han ido sumado peruanos y argentinos. Por otra parte, si bien en un extremo persisten los que operan con una lógica de subsistencia; en el otro, surgieron y se fortalecen los actores que se mueven con una lógica corporativa mercantil, quienes intentan ser la cara más formal del conjunto y acceder a otros públicos objetivo. Finalmente, otro dato no menos importante que aportó el avance de la investigación es la posibilidad de reconocer que La Salada no solo se ha consolidado un sistema productivo y comercial, sino también una comunidad que se ha ido fortaleciendo con el tiempo mediante la incorporación de otras actividades económicas, sociales y culturales. Interesa ahora avanzar en línea con el objetivo planteado en el presente trabajo, lo cual estará orientado por el siguiente juego de hipótesis: • Los productos provenientes del sistema productivo y comercial La Salada son valorados de distinto modo, por diversos públicos objetivo, del país y el extranjero, llegando en algunos casos a asimilar La Salada a una marca de prestigio, particularmente en lo referido a los productos del sector textil. • La Salada forma parte de la representación social de Buenos Aires como sinónimo de copia o falsificación, lo cual no necesariamente se asocia a lo incorrecto. • La Salada es un sistema productivo y comercial informal, institucionalizado y funcional al sector formal de la economía, que trasciende las fronteras nacionales. • La comunidad de La Salada no se aísla en el espacio de los lugares, como debería hacerlo de acuerdo a la caracterización de la nueva dualidad urbana, por el contrario, no solo trasciende su propio fragmento urbano sino también las fronteras nacionales y a su vez, integra redes transfronterizas que conectan entre sí fragmentos urbanos no privilegiados por el mercado de distintas ciudades de la región. Dichas hipótesis guiarán la identificación y análisis de información sobre La Salada, publicada en medios masivos de comunicación, durante los últimos años. Se plantea este recorte temporal no extenso dado que lo que se pretende es un mapeo de la situación actual. Se analizarán, desde una perspectiva preferentemente cualitativa, tanto medios del país como de países limítrofes y de los países de origen de los actores concernidos en la feria. La información así obtenida se clasificará en función de los públicos objetivo de cada medio. De este modo, se espera arribar a la descripción de los imaginarios y representaciones sociales sobre la informalidad y las desigualdades territoriales, en el caso de Buenos Aires, tanto como a aportar reflexiones acerca de las fronteras y espacios emergentes, que traen consigo las actividades informales en el contexto de los procesos de globalización en América latina.